Tiempo » [Katniss & Peeta]

Capítulo 3: Más pérdidas

Peeta

Tomo la taza humeante entre mis dedos, revuelvo el té de manzanilla en su enterior con una cuchara mientras miro el jardín a través de la ventana.

Es bonito, tan saludable como no lo veía hace tiempo en el Distrito 12.

Lavo todos los cubiertos y limpio la cocina antes de subir las escaleras, Haymitch llevó a los niños a su casa alegando que, Effie estaría encantada de pasar la tarde con ellos.

Cierro los ojos confuso y asustado, pero en el fondo admito que estoy feliz, una especie de alegría inunda mi espíritu en esta nueva realidad.

Algo ocurrió, no es un sueño y puedo estar seguro; es demasiado real, algo tan bueno como las puestas de sol en vivo.

Cuando subo, empujo la puerta de la habitación con cuidado de no despertar a Katniss, pero ella no está dormida; se encuentra sentada en la cama con las piernas cruzadas y la mirada perdida en algún punto lejano.

Camino hasta acercarme lo suficiente para que centre su atención en mí, rápidamente sus manos cubren sus ojos; sé que odia llorar y aún peor, frente a alguien más.

No digo nada, simplemente me limito a hacerle compañía, algo que hacía con la mirada desde los cinco años, tiempo suficiente para descubrir ciertas manías y características de la chica de ojos grises.

Su amor incondicional por su hermana pequeña; el abandono de su madre, su modo solitario de vivir, su mirada furtiva hacia mí en algunas ocasiones, sus tardes que las ocupaba escondida en lo profundo del bosque, cazando.

Las ardillas que cazaba, cosa que era motivo de pelea en mi casa, ya que todos querían comer su deliciosa carne, incluso mi madre que tenía un carácter demasiado voluble.

- Te he preparado un té.

Extiendo la taza caliente hacia ella, sus ojos grises contrastan con la piel roja e hinchada de sus párpados, sus largas pestañas húmedas a causa del llanto me conmueven de una manera que no puedo explicar.

Y me siento un cobarde por no hablar con ella y mostrarle mis sentimientos, pero la inseguridad habla más fuerte en nombre de todo lo que estamos pasando y considero que no es buen momento para hacerlo.

Ella me mira, como si estuviera analizándome, acepta la taza y sopla el líquido caliente antes de llevárselo a los labios.

- Gracias.

Retrocedo un poco, sentándome al borde de la cama, la observo en silencio y rápidamente sus ojos vuelven a llenarse de lágrimas, se encuentra inmersa en su propio dolor.

Me gustaría saber qué fue de mi familia, tal vez continúen en la panadería. Entonces veo el libro y resuelvo que buscaré ciertas respuestas allí.

Me levanto, atrayendo la atención de Katniss.

- ¿Puedo leerlo? -pregunto e indico el libro que descansa sobre sus piernas.

No obtengo respuesta, pero sus manos me lo entregan sin discusión.

- Gracias -murmuro.

Me alejo de la cama y me dejo caer en uno de los sillones cerca de la ventana, me gustaría abrirla para dejar pasar más luz, pero no sé si Katniss lo aceptará.

Abro el libro y paso una página tras otra, encontrando muchos dibujos hechos, supongo que por mi. Están mejor de los que conseguía hacer a la edad de dieciséis años, ahora estaré con treinta o algo.

En el libro aparecen personas que no conozco; Rue, Finnick, Cinna, Boggs, Magde es la hija del alcalde, pero no sabía que seríamos tan próximos a ella.