Capítulo 22: Dos lados

2.1K 191 146
                                    

Katniss

— Buenos días, señora Mellark —me encojo de hombros cuando mi corazón se dispara acelerado a causa del susto.

Abro los ojos viendo a Bob pasando por la puerta doble con tela, su horario de almuerzo acabó; no estaré más sola.

— Hola —él me sonríe colocándose el delantal para seguir trabajando —, sólo vine a controlar que todo esté en orden, en cuanto a las anotaciones, creo que Peeta quiere encontrar todo organizado cuando regrese.

Él asiente mientras vierte una cantidad generosa de harina en un gran batidor antes de acercarse hasta donde me encuentro sentada. Tengo el libro de memorias en mi regazo con las páginas abiertas, lugar en donde se puede ver una fotografía de Peeta.

— Sabe, cuando usted y Peeta fueron a la arena por primera vez, yo sólo era un poco mayor que ambos —Bob se recuesta por la mesa y se cruza de brazos —. Aún me resulta un poco extraño trabajar para ustedes... incluso después de tantos años.

— ¿Por qué? —cuestiono curiosa.

— Porque todos los del distrito apostamos por ustedes, sabíamos que serían los primeros dos vencedores en ganar los juegos juntos. Así el doce podría salir de la oscuridad —me explica como si en realidad estuviera perdido en sus pensamientos, recordando algo, luego añade —, Peeta y usted eran nuestra única esperanza.

Cierro en libro sobre mis piernas, prestando atención a sus palabras.

— Ustedes prácticamente nos conquistaron, probaron que una cierta dosis de amor puede hacer milagros —él vuelve a sonreír, no podría recordarlo más joven. De todos modos de diescisiete a treinta años hay mucha diferencia —, en la segunda arena... en la guerra, todos sufrimos con ambos, sabíamos que Snow quería matarlos. Y cuando todo terminó me sentí realmente feliz al saber que Peeta había vuelto a amarla, que por fin tendrían una vida feliz luego de todo el caos.

Me quedo estática y muda, mis manos sudan contra la superficie del libro; este hombre sabe más de nuestras vidas como ni siquiera nosotros lo hacemos. Se siente extraño, pero alentador ya que tendré una fuente segura de información.

Él continúa hablando al ver que no digo nada.

— Y ahora sucede todo esto... —niega con la cabeza y se aleja de nuevo para agregar más ingredientes al batidor — Puede contar conmigo señora Mellark, para lo que sea. He visto las noticias, si aquel hombre llega a aparecerse por aquí, saldrá en un ataúd.

— Gracias —susurro con la voz quebrada.

— Soy agradecido a ustedes, sin este trabajo tendría que regresar al trece.

Distrito trece, ¿cómo acostumbrarme a su existencia?

— Peeta hace eso, él es así —sonrío mientras dirijo la mirada a la ventana, viendo hacia la plaza del centro —, ve lo mejor de las personas y cree en eso... lo hizo conmigo.

Paso una mano masajeándome el cuello, extrañando súbitamente el calor de sus besos.

— Estoy seguro de que mejorará, tengo fe.

— Lo hará —me levanto al escuchar unos gritos provenientes del frente, no son mis hijos ya que fueron con Effie a dar un paseo, ella von su intención de darme un tiempo a solas.

Empujo las puertas y arqueo las cejas al ver la pequeña escena de confusión frente a mi.

— ¡Hey! ¿Qué está pasando aquí? —pregunto elevando el tono, detestando el hecho de que alguien esté discutiendo.

Y no es ninguna sorpresa encontrarme con Delly en medio de la discusión, como siempre metida en mi camino.

— ¡Katniss! ¡Katniss! ¡Necesito hablar contigo! —exclama una mujer, intentando acercarse a mi, pero Delly la detiene — ¡Suélteme! ¡Necesito avisarle!

Tiempo » [Katniss & Peeta]Where stories live. Discover now