Capítulo 14: Viaje

3.7K 251 103
                                    

Katniss

Su dedo acaricia mi mejilla, mientras continúo perdida en mis propios pensamientos.

— No quiero ir —murmuro imaginando lo difícil que será ir al Capitolio.

— ¿Por qué no? Será divertido.

— Es el Capitolio.

— Exactamente, ¿no quieres saber cómo es? —insiste Peeta —, de seguro tiene cosas fantásticas allí.

— O no —él suspira con mis palabras, se desliza por la superficie del sofá hasta chocar su cuerpo con el mío, es una sensación más allá de lo agradable.

— Es sólo una conmemoración a los más de diez años del fin de la dictadura de Snow, de la Revolución, de nuestra libertad.

— ¿Leíste todo el libro? —frunzo el ceño con todo lo que sabe, apuesto a que mientras yo lavaba las ropas de mis hijos él se pasaba leyendo el libro y descubría todo lo que pasó desde hace más de diez años.

— No, sólo un poco.

— ¡No me mientas, panadero! —lo amenazo.

— ¡Lo juro! —sus manos se pasean por mi espalda, hasta llegar a mi mano izquierda, sus dedos acarician la superficie dorada de mi alianza.

La he dejado allí misma, me gusta ver cómo la joya decora mi mano.

— Entonces, ¿vamos a viajar mañana?

— No.

— ¡Ay, Katniss! —sonrío con su tono indignado, tan real que resulta gracioso —, sólo serán unos días, quiero conocer ese lugar.

Suspiro pensando en que será un gran desafío, pero que tal vez valga la pena, sólo por ver la sonrisa en el rostro de Peeta.

Su cabeza descansa sobre mi hombro, mientras estamos acostados, yo sobre él. Son más de la una de la madrugada y estamos en el sofá de la sala. Dejamos a Willow y a Rye en sus camas hace algunas horas, luego bajamos hasta aquí, Peeta preparó chocolate caliente y lo bebimos mientras hablábamos.

— Sólo serán unos días ¿de acuerdo?

Tan rápido como suelto esa palabras su mirada se ilumina, no me forzó a nada, pero sentí sus ganas desde lejos. Nada más justo que hacerlo sentir bien, así como él me lo hace sentir a mi.

— Te van a homenajear.

— Nos, deja de decir que sólo yo hice algo importante —él rueda sus ojos azules, mientras yo lo observo desde abajo, recostada en su pecho, clavo uno de mis dedos en su abdómen varias veces viendo cómo sonríe.

— Habrán fiestas, cenas y demás.

— Me da dolor de cabeza sólo pensar en esas fiestas —murmuro con la mano aún sobre su vientre.

— Ya sé que no te gustan esas cosas.

— Ni un poco —él se mueve de modo que tenga acceso a mi cuello, me asusto al sentir su aliento caliente allí, seguida de una mordida húmeda en la zona, apreto su abdómen, causándole algunas risas — Si encuentro una marca roja allí...

— Soy tu marido, puedo hacer lo que quiera.

Inmediatamente un escalofrío me recorre entera al pensar en esas cosas que pueda hacer conmigo, trago en seco viajando mentalmente a esas posibilidades.

Vuelvo a la realidad cuando siento su aliento cerca de mi, seguida de una carcajada.

— Estoy bromeando, Katniss.

Tiempo » [Katniss & Peeta]Where stories live. Discover now