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Días después, aún desconcertada, Beth iba directo al trabajo, 9: 30 am en punto para ser exactos, estaba en una cafetería muy linda, amaba ese lugar, tenían postres deliciosos y un café increíblemente aromático, era el cielo.

- Disculpe, tengo algo de prisa.- pidió su café y sonrió pero alguien a un lado suyo comenzó a hablar.

- Si que es ideal este sitio, nadie te molesta, puedes comer, trabajar, todo lo de aquí está muy limpio, el ambiente es relajante, el olor de cada postre es placentero, deliciosas cosas y muy buenas para la salud.- el chico se acercó a ella y Beth solo rió.

-Esta bien que te rías, pero cuando tu trabajo te exige cosas así este es el sitio indicado. Toma, mira y disfruta.- le entregó un álbum con fotos de ese chico, posando para cada una, si que esos ojos eran encantadores y enamorarían a cualquiera que pudiera tenerlos cerca, pero ella estaba confundida por todo.

- le entregó un álbum con fotos de ese chico, posando para cada una, si que esos ojos eran encantadores y enamorarían a cualquiera que pudiera tenerlos cerca, pero ella estaba confundida por todo

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- Conozco esa cara, estas intimidada porque soy modelo, pero no tengas miedo soy un buen tipo. Este photobook es mi tarjeta de presentación en cada trabajo.- comenzó a pasar foto por foto.

- ¡Wow! Sor... prendente. Creo.- ella soltó una risita.

- Lo es, soy Nick Rhodes.- dijo con un tono muy seductor.

- Bonito nombre.-sonrió tímidamente.

- Es mas que bonito, es atractivo, fuerte y sexy.- mordió su labio mirando a la chica aunque tal vez no era así. - No se si ver mi reflejo, mis verdes ojos o lo realmente guapa que eres.- sonrió coquetamente a la chica.

- ¿Sabes qué? Yo tengo que irme.- se levantó y pasó a un lado de Nick, pero él tomó su brazo y la sentó sobre sus piernas.

- Tu lo pediste linda.- sacó un delineador mientras Beth se retorcía para levantarse, toda la gente los miraba.

- ¡Hey! No puedes hacer esto aquí.- Beth daba vueltas en sus piernas para levantarse.

- No existe ningún letrero que diga que no puedo hacer esto.- Nick intentaba maquillarla.

- Ve y maquillate en tu casa, o busquen un hotel, payaso.- gritó una mujer adulta que estaba viendo la escena. Nick la fulminó con la mirada y Beth pudo escabullirse de sus brazos y se levantó directo para irse, pero Nick se paró frente a ella.

- ¡Espera, espera! Se que es una locura y puede que yo esté loco porque jamás había intentado compartir mi belleza con nadie y eso es porque estoy enamorado de ti, a muerte.- ella solo salió de la cafetería asustada, corrió sin mirarlo de nuevo. -¡Ha sido increíble verte, Beth! Tenemos que volver a vernos pronto.- sonrió como tonto y comenzó a delinear sus lindos ojos verdes, pero usaba como espejo el vidrio de la cafeteria.

- Usa un espejo de bolsillo, tonto.- gritaron varios hombres del lugar.

- Miren señoritas, estoy para comerme.- lanzó un beso a su reflejo y todos lo miraban con cara de fastido, Nick se sintió algo avergonzado y se sentó con la mirada baja.

Mientras tanto Beth no tenia su café, estaba asustada por aquel pintor y ahora por ese modelo narcisista, estaba distraída y chocó con un hombre.

- Perdón.- dijo y siguió caminando.

- No hay problema, pero señorita, creo que esto es suyo.- Beth giró y el chico le mostró un lindo reloj, ella buscó en su muñeca y en efecto, era su reloj.

- Es cierto, ¡Si!- se acercó y lo tomó

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- Es cierto, ¡Si!- se acercó y lo tomó. -Gracias, se me habrá caído cuando chocamos, muchas gracias.- sonrió tímidamente y siguió su camino dejando al chico ahí parado.

- ¿Señorita?- la chica giro a verlo de nuevo y este tenia el reloj otra vez en su mano.

- Pero... ¿cómo hiciste eso?- iba a tomarlo pero él paso su mano frente al reloj, desapareciendolo frente a sus ojos.

- El tiempo vuela, pero la magia es mas rápida, eso lo se Yo, el gran mago Roger Andrew Taylor. - hizo un ademán con la mano y apareció de nuevo el reloj.

- ¡Oh! ¿así que eres mago?- le quitó el reloj y se lo puso, ambos se miraron y el chico le ofreció una sonrisa. - Te lo agradezco, pero no tengo tiempo.- ella siguió su camino.

- Tienes todo el tiempo posible.- Beth volvió a mirarlo y por millonésima vez su reloj estaba en las manos de ese tipo.

- ¡Maldita sea, esto ya no tiene gracia!- volvió a quitarle el reloj. - ¿Cómo lo has quitado sin que yo sienta nada?

- Toma una carta y te mostraré mi corazón.- mucha gente se acercaba a ver el truco.

- ¿Si la tomo, dejaras de robarme el reloj?

- Probablemente.

- Claro.- ella tomo una carta, la miró y después le pidió que la metiera en la baraja, para sacar una y mostrarsela pero Beth negó, no era su carta.

- Eso ya lo se, porque el Joker soy yo, un loco del amor.- tomó sus hombros. - Te dije que mostraría mi corazón.- con una de sus manos abrió su camisa y supuestamente clavó su mano en su pecho, tratando de sacar su verdadero corazón, ella estaba asustada pues el tipo hacia sonidos como si sufriera de dolor, ella solo se soltó del agarre y corrió, pero el mago sacó su corazón ensangrentado y de ahí tomó una carta.

- ¿Esta es tu carta?- dijo pero Beth, ya iba lejos, apretó el corazón de goma y este salió volando entre la gente, él trató de atraparlo pero rodaba por todos lados, eso era muy vergonzoso, el pobre chico corrió hasta que por fin pudo atrapar su pedazo de goma, pero la chica ya se había ido. Cada vez esto se vuelve mas loco, a Venus no le gusta que roben sus monedas.

When In Rome (TERMINADA)Where stories live. Discover now