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Por fin Beth llegó a su trabajo, había comprado un café exprés en una tienda, caminaba por los pasillos, asustada, nerviosa y confundida.

- ¿Soy yo, o cada vez hay mas locos?- llegó hasta donde su amiga Stacy hablaba por teléfono.

- Tu hermana por la linea dos.- dijo la chica.

- No puedo.- Beth suspiró.

- Dice que es importante.- Stacy sonrió de lado.

- Vale.- Beth contestó la linea.-Hola Cindy.

Su hermana estaba en su luna de miel, ella y su esposo cocinaban un postre, pero al parecer les estorbaba un poco la ropa, solo llevaban un mandil, Humberto abrazaba por detrás a la chica.

- Hermanita, ¿qué hacías en La Fuente del Amor durante mi boda?- Cindy soltó una carcajada.

- ¿Qué crees que... hice...?- Cindy no la dejó terminar.

- Acaban de publicar una foto en el periódico de aquí en Italia, sales en la primera página, ¿cómo se te ha ocurrido?- Cindy y Humberto reían por su hermana, fue fotografiada bebiendo dentro de la fuente.

- Yo... un poco de vino, un poco de champaña, bueno muchas champaña y ¡poom! Me encontraba en la fuente robando moneditas.

- ¿Has robado monedas de la fuente? ¡Eso no es bueno!- dijo Humberto entre risas al teléfono.

- ¿Por qué no es bueno? Que te puede hacer robar unas monedas de Venus.- Beth rió y Humberto tomó el teléfono.

- Cuenta la leyenda que si robas la moneda de alguien este se enamorará de ti.

- ¡Eso es tan ridículo como se escucha.- dijo Beth analizando un poco eso.

- ¡Pues colgamos! Adiós Beth.- Humberto colgó y abrazó a Cindy para besarla y terminar algún asuntito que debería haber esperado para la noche o por lo menos a que estuvieran en un lugar mas comodo. Beth estaba desconcertada por eso, pero se sorprendió al escuchar a Stacy.

- ¿Qué es lo que causó las monedas mágicas?- ella estaba espiando por la otra linea. Beth se dirigió a su amiga.

- ¿Lo has escuchado?

- ¡El amor por fin llama a tu puerta, Beth! ¿Te han "tirado los perros" desde la boda? Con preguntó entusiasmada.

- Pues...- hizo una mueca y hablaba algo nerviosa.

- ¡Por Dios! Es verdad.

- Un par de locos me han llegado está mañana pero...- no la dejo terminar pues Stacy dio un grito de emoción.

- Que fuerzas mágicas tan grandes, están trabajando ahora.- sonrió feliz.

- ¡Yo no creo en la magia! ¿sabes en que creo? En el arte y en mi ultima pieza de la exposición- ambas rieron a carcajadas.

- Te dije que yo me encargaba, los del seguro querían subir el precio y para cerrar la negociación los envíe a la galería de Paseo y de ahí hacia aca.

- ¿Los enviaste a Paseo? Es un largo viaje y aun así esa obra no pasará la aduana. No llegara aquí a tiempo para la gala y me quedaré sin obra principal. Debo decirle a Celeste.- Beth estaba asustada y muy triste pues su jefa podría despedirla por no tener la obra máxima para la gala, ella caminaba junto con Stacy a la oficina de Celeste pero su teléfono móvil sonó.

- Diga.- contestó afligida.

- ¿Te dije que Cindy también me dio tu móvil?- era John quien subía por un elevador.

- Me hablas en un mal momento, ¿qué quieres?- dijo seria.

- Lo mismo que la ultima vez.- decía coqueto.

- Dime ¿qué necesitas para convencerte de que no me gustas?- soltó una risita siguió caminando hacia la oficina de su jefa.

- ¿Qué necesito? Ahh... que me mires a la cara y me lo digas.- el elevador se abrió y caminó en linea recta.

- Para eso necesito verte y no tengo tiempo para

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- Para eso necesito verte y no tengo tiempo para...- Beth levantó la mirada y John estaba parado frente a ella

- Hola.- dijo con una sonrisa.

- ¡Ah! ¿Así que estas acosandome?- dijo burlona.

- No, solo me cruzo contigo por coincidencia.- se encogió de hombros.

- John, tengo un súper problema, he perdido la obra central de mi exposición.- dijo muy alterada, se le veía triste y nerviosa.

- Beth.- dijo una voz femenina, la chica giro y sintió que estaba muerta, mas bien estaría muerta por perder la obra principal, pobre Beth, ¿ahora que hará?

When In Rome (TERMINADA)Where stories live. Discover now