Beth Harper, una joven, exitosa y ambiciosa chica de Nueva York, es muy desafortunada en el amor. Pero, cuando viaja a Roma e impulsivamente roba unas monedas de una fuente en la que las personas la arrojan en busca del amor verdadero, Beth comienza...
Cuando fue hora de volver a su casa, Beth estaba tan nerviosa y paranoica que caminaba sin hacer ruido, llegó a la puerta principal y se asomó por la ventana para revisar que ninguno de sus pretendientes estuviera haciendo una locura, el lugar estaba despejado, abrió la puerta y salió, giró un momento para cerrar y cuando volteó alguien se apareció de la nada, ella gritó y automáticamente como un reflejo uso un pequeño spray contra los ojos del tipo, pero cuando vio quien era se detuvo, él solo gritaba.
- ¡Oh no, no, no puede ser, lo siento tanto John! Es que no supe que eras tu.- trataba de ayudarlo, pero sus ojos quemaban.-Perdón, no lo sabía.- ella soltó una risita.
- ¡Duele mucho! Pero sabe bien.- John se tallaba los ojos con dolor.
- Sirve para quitar el mal aliento.- sonrió pero inmediatamente volvió a su seriedad. -Me has dado un buen susto y no tenia nada más, lo siento, déjame verte.- al parecer se estaba pasando el dolor.
- Déjalo así vas a empeorarlo.- dijo un poco infantil.
- Eres como un bebé... disculpa, me siento fatal no creí que eso fuera tan malo.- ella estaba realmente apenada, pero John quitó las manos de sus ojos y la miró con una sonrisa burlona.
- Y no es tan malo. Era una broma.- rió y Beth solo entrecerró los ojos y sonrió.
- ¿Te crees encantador verdad?- ladeó su cabeza.
- Hmm, un poco.- dijo con una pizca de modestia.
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- Pues lo eres, ¿bien?- Beth comenzó a caminar.
- ¿A dónde vas?- caminó detrás de ella.
- Conozco a los tipos como tu John.- no le prestaba mucha atención.
- Dime, ¿cómo soy?- la siguió en su camino.
- ¡Por favor! La tipa de la boda, la que besabas en la fuente.- dijo algo molesta.
- ¿Viste eso?
- Si.- rodó los ojos.
- ¿Por eso has estado tan fría todos estos días?- ahora caminaba junto a ella.
- ¿Te cuesta creerlo?- dijo seria aumentando el paso.
- ¡Era la loca de la prima de Humberto! Y sabes que son muy intensos y lanzados en esa familia.- John trataba de explicar lo sucedido.
- Si, vi lo mal que te saltó.- dijo muy burlona sin mirarlo.
- Si, y me di cuenta que con ella me iría mal, sobre todo después de conocerte.- Beth se sorprendió por lo que dijo y volteó a mirarlo sin decir nada ¿de verdad él estaba enamorado de ella?
- ¡Princesa!- gritaron al otro lado de la calle, era aquel loco pintor que iba en su bicicleta, tomó la mano de John y lo hizo girar.
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- Mejor vamos por esta calle.- corrían para alejarse de Andy.
- Beth, soy yo, Simon Le Bon.- él corría hacia su dirección por esa calle.
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- No, mejor crucemos.- corrió pero aun no estaba el alto, un claxon se escuchó pero ella ya estaba del otro lado.
- ¡Beth, cuidado!- John trataba de cruzar pero los autos no se detenían.
- Lo siento John, debo irme.- ella corrió y John solo pudo mirarla, Beth estaba corriendo pues detrás de ella dos de esos locos ya la habían visto.
- Beth, espera.- gritaba con todas sus ganas pero ella ya se había alejado mucho. -¡Maldición!- dijo y giró para irse pero por un poco mas y se golpea con un poste, lo esquivó y le saco la lengua mientras caminaba y quedaba atrás pero de la nada cayó en agujero de una construcción, él solo se quejó. -Esa si no la esperaba.
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Hola chicas, espero les esté gustando semejantes locuras.
¿Qué les parece el trabajo de cada uno?
John un reportero algo bobo Nick un modelo narcisista Simón un magnate de las salchichas Andy o pintor o artista independiente Roger un mago callejero
Sus comentarios son muy importantes y me encanta leerlos.
