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- Vamos, Beth solo logrará amarme si hago esto.- alguien decía, este tipo colgaba del techo envuelto en vendas. - Si Harry Houdini pudo escapar, yo también... ¡o no! Ahí viene.- al parecer estaba en casa de Beth de cabeza y colgando de su techo.

- No lo se Cindy, no se si creer en la magia.- entró a su casa hablando por teléfono, estaba distraída. -Solo se que es una locura y que esto se tiene que acabar.- colocó su bolsa sobre la mesa. 

- Pero ya te hemos  advertido.-dijo su hermana por el teléfono.

-De acuerdo, entonces ¿qué tengo que hacer para que se acabe esta pesadilla ?- alguien balanceaba detrás de ella.

- Tienes que devolver las monedas a La Fuente del Amor.- dijo sin preocupación Cindy mientras llevaba una jarra de café a su marido.

- ¿Eso es todo? ¡Te mandaré las monedas mañana mismo!- las tomó de su charolita y las apretó en su mano, aunque todavía no se daba cuenta del capullo de mariposa humana que colgaba detrás de ella.

- Eso no vale.- dijo Humberto. - Ella tendrá que devolver las monedas.- gritó al teléfono.

- No querrás que vuelva a Italia solo para devolver las monedas a esa fuente. Tiene que haber otra solución.- dijo algo desesperada.

- Disfrutar eso hermanita.- bromeó dulcemente.

- Cindy...- iba a decir algo pero giró y vio a la momia colgante, soltó un estruendoso grito.

- Beth, soy Roger.- dicho esto cayó del techo y se quejó, buscó la manera de destapar su rostro y levantarse. -Quiero batir un récord por ti. Parece aterrador y peligroso pero es una camisa de fuerza.- logró levantarse y se retorcía para escapar.

- ¡Basta! ¡Para!- ella gritó pero Roger rompió la tela pero al hacerlo se impulsó hacia atrás y cayó sobre la mesa de cristal rompiéndola por completo

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- ¡Basta! ¡Para!- ella gritó pero Roger rompió la tela pero al hacerlo se impulsó hacia atrás y cayó sobre la mesa de cristal rompiéndola por completo.

- ¡¿Qué estás haciendo en mi apartamento?!- dijo furiosa.

- Dejarte pasmada, no había hecho una locura en menos de tres minuto, ¿cuánto tiempo tarde?- Roger miró al otro lado y ahí estaba un tipo desconocido que habló.

- Tres minutos cincuenta y nueve segundos.

- Mm, he ido muy rápido, parece que no lo has cronometrado bien.- regañó al sujeto.

- Oye, si buscas en el sombrero hallarás el conejo, si quieres el récord esaya mas.- dijo serio con el cronómetro en mano.

- ¡Shh! Esta enfrente mi novia.- susurró al sujeto.

- ¿Quién es ese?- gritó Beth.

- ¡Ah! Es Peter, mi ayudante en cada uno de mis trucos...

- ¡Los dos fuera de mi departamento!- Beth empujó a Roger fuera de su casa mientras decía locuras.

- Tu perfume es embriagador, tu cabello huele...- ella cerró con seguro la puerta y respiró profundo, luego miró a un costado y estaba Peter gravando todo, él solo sonrió coqueto.

- ¡Que te largues!- no sabia como acabaría semejante locura.

When In Rome (TERMINADA)Where stories live. Discover now