Improviso

652 82 30
                                    

- ¿Experiencia previa?

- Ninguna.

- ¿Dirección actual?

- Todavía… Todavía no la sé.

- ¿Nivel de estudios?

- Dos años en el instituto.

- Oye, no me estás poniendo las cosas demasiado fáciles- Yuta se sentó en su silla, mirando detenidamente el cuestionario de aptitud y las respuestas de Jeno. Aunque, en realidad, eran del todo inútiles- No puedes empezar hasta que tengas lo básico, así que voy a hacer esto- dejó el bolígrafo sobre la mesa y le tendió la hoja- Llévate esto a casa y rellénalo como mejor puedas. En realidad, no es más que una formalidad, porque ya estás contratado, pero el Gobierno dice que la necesito.

Los ojos del rubio se abrieron de par en par.

- ¿Tengo el trabajo? ¿De verdad?

Yuta sonrió y se tendió hacia atrás, poniendo las manos detrás de la cabeza.

- ¡Pues claro! Me gustas mucho y necesito otro camarero para el turno de mediodía. Chittapon empezará la academia de baile dentro de una semana o dos, así que llegará más tarde- se irguió de nuevo, cogiendo un papel del montón que había justo delante del ordenador- Como no has trabajado antes, ¿qué te parecería hacer cuatro horas diarias? Para empezar a acostumbrarte. De diez a dos.

Ni muy tarde, ni muy temprano. A Jeno le gustó cómo sonaba.

- ¡Muy bien!- el rubio pensó en sacar el tema de la paga, pero lo evitó. Después de todo, el dinero era sólo dinero y, en ese momento, no encontraría un trabajo mejor- ¡Ah, encontré mi pulsera!- dijo repentinamente, levanto su pie y se mostro a Yuta.

- ¡Qué bonita!- exclamó el mayor, admirándo la tobillera- Entiendo por qué te pusiste tan nervioso al perderla. ¿Dónde la encontraste?

Jeno no tenía tiempo para contarle toda la historia de aquel fatídico día, así que se conformó con contestar con un "en casa", acompañado de un pequeño gruñido. Lo quisiera o no, ahora la casa de Renjun era la suya y no se marcharía de allí hasta estar mentalmente preparado para vivir solo.

•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

Cuando regresó esa tarde a NCT, encontró la puerta del apartamento abierta para él. Dentro se encontraba Renjun, sentado frente a la mesa y con un teléfono negro en su oreja.

- Eso ya lo sé- dijo a quien estuviera al otro lado de la línea y suspiró- Recuerdo los números. No fue hace demasiado y… Escucha, ¿qué quieres que haga con eso? No he hablado con él en años. Si tanto te preocupa el dinero, hazlo tú.

Jeno se mantuvo dubitativo, en la puerta. El pelinaranja se llevó una mano a la frente, tratando de calmarse. ¿Qué estaba ocurriendo?

- No… No. No voy a cambiar de opinión. Eso no tiene nada que ver conmigo y agradecería enormemente que me mantuvieras apartado de tus peleas- y, sin decir nada más, el chico colgó el teléfono y terminó la llamada, zanjando la conversación. Después de un tenso silencio, miró hacia Jeno, que se encontraba en la puerta- Lo siento mucho.

- ¿Hay algún problema?- preguntó, aunque no fuera asunto suyo.

- La verdad es que los mismos de siempre… pero a los chicos como a ti eso no les concierne- contestó, fijando la vista en el gran cuadro de la sala- ¿Cómo ha ido la búsqueda de trabajo?

Una cambio de tema eficaz. Jeno fingió no darse cuenta, aunque el comentario de "a los chicos como a ti" le había puesto de muy mal humor.

- ¡Ha sido un éxito! He encontrado uno- se acercó hacia él y extrajo la solicitud, posándola sobre la mesa- Pero tengo que acabar de rellenar esto… y no sé tu dirección.

Muse (NoRen)Where stories live. Discover now