Donde hubo fuego... (2-2)

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- Bu- susurró una voz, en su oído.

Jeno se giró al momento, encontrándose cara a cara con Hansol.

- ¡Estás aquí! ¡He estado buscándote!- dijo, tan relajado como pudo estar.

- Ah, lo siento. He ido a mi casa, para asegurarme de que todo estuviese preparado para nosotros- respondió con una atractiva sonrisa, emparejándose con la de Jeno- ¿Por qué no subimos ya?- sugirió. Jeno lanzó una mirada por encima de su hombro. Ahí. Ten los estaba mirando fijamente, muy confundido, mientras asentía distraídamente a algo que Hoseok le estaba diciendo.

- Claro- Jeno se disculpó mentalmente con su amigo, mientras besaba a Hansol en la mejilla y pasaba su brazo por el suyo- Enséñame el camino- le sonrió con picardía. Ese gilipollas estaba a punto de recibir lo que se merecía… y, tal vez, una patada en los huevos. Caminó a su lado, con la cabeza sobre su hombro, pasando al lado de Haechan y Mark, que los miraron con curiosidad. Al dirigir una rápida mirada a los servicios, vio a Yuta asomando la cabeza, mirándolo. Jeno le murmuró que fuera a explicarle a Ten lo que estaba ocurriendo. Yuta asintió y, después de colocarse el velo, salió del servicio.

Donghyuck, recordando los doscientos dólares que había en juego, miró hacia Mark y murmuró algo en inglés.

Veo que no soy el único que no aprueba su relación, ¿no?

Los ojos de Mark se estrecharon, mientras una maquiavélica sonrisa aparecía en su rostro.

Me has leído la mente, amor- murmuró, inclinándose para darle un rápido beso. Entonces, la pareja se dirigió hacia la puerta, fingiendo no tener el más mínimo interés en los dos que acababan de marcharse. Donghyuck se detuvo un instante, cogiendo su teléfono. Pensó en escribir a Renjun, para decirle que hacer que Hansol y Jeno cortaran le iba a costar algo más, pero el brusco grito que escuchó desde la entrada, nada más llegar al vestíbulo, hizo que se detuviera. El chico consiguió ver, por un instante, cómo alguien arrastraba a Jeno hacia la escalera.

- Mark- dijo y su novio supo, al instante, que algo no iba bien- Ten cuidado ¿escuchaste?

- ¿Qué ocurre?- murmuró él, sin haber visto a Jeno. Sin embargo, Donghyuck ya había echado a correr, por el vestíbulo, hacia la puerta cerrada que daba a las escaleras, así que lo siguió. Las subieron muy despacio y, nada más hacerlo, ambos escucharon más gimoteos apagados.

- Vamos, vamos- dos pisos por encima de ellos, Hansol tenía un brazo alrededor del cuello de Jeno, tapándole la boca con el codo, mientras la otra le rodeaba la cintura, al tiempo que subían- No te servirá de nada resistirte. Si lo haces, seguramente los dos acabaremos cayendo y moriremos. Aún tenemos mucho que subir, así que espero no tener que golpearte tu preciosa cabeza contra el cemento, para que te calmes- dijo, con tanta calma en su voz, que Jeno sintió un escalofrío subiéndole por la columna vertebral.

Oh, Dios, eso no iba bien. El rubio cerró los ojos y respiró profundamente. Tal vez, cuando dejaran de moverse, pudiera intentar escaparse; en ese momento, mientras subían las escaleras, no era muy buena idea resistirse demasiado. Pero, primero, necesitaba recuperarse del shock. Se había esperado una mala reacción, pero nada tan drástico. Ni siquiera había tenido la oportunidad de reaccionar; nada más salir del vestíbulo, Hansol le había preguntado si de verdad pensaba que su plan de tomarle el pelo iba a salirle bien… y lo último que había notado, era que lo estaba forzando a subir las escaleras.

Aquello no suponía ningún problema, pensó. Podría ocuparse solo de la situación.

- ¡Paren!

Joder. Medio piso debajo de ellos, Donghyuck y Mark aparecieron. Jeno encontró aquello bastante divertido; él aún llevaba su disfraz, así que era como… bueno, como una princesa en apuros, más o menos. No tendría ningún problema en deshacerse de Hansol, sólo necesitaba esperar a la ocasión para hacerlo.

Muse (NoRen)Where stories live. Discover now