CAPITULO 11.

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Malia miró a ambos.

—Vale, ¿cuánto valgo?

—Cuatro millones—contestó Scott.

Ella frunció el ceño.

—¿Estás bien?—preguntó Stiles.

—Sí—dijo rápidamente—. Scott vale veinticinco, Kira seis. Os mataran mucho antes que a mi.

Y no cabe dudar que todos la miraron bastante sorprendidos. Malia siempre ha sido sincera con todo el mundo.

—Va progresando—suelta Stiles mirando a su amigo—progresa.

La coyote encajó las garras sobre la pared, justo donde había una especie de símbolo. Comenzó a salir como luces de allí y lo reconoció de inmediato puesto que ella era una Hale. La pared fue hacia a un lado y dejó al descubierto la bóveda. Al estar dentro se miraron entre sí y la pared volvió a su lugar.

Emily se sentía extraña parecía que no era su ambiente y comenzaba a cuestionarse si fue buena idea hacerse amiga de Scott y el resto. Claro que les tenía cariño a unos mas que a otros pero lo sentía. No podía irse sin más Scott la había recibido con los brazos abiertos y no estaba dispuesta a perder a un gran amigo como él, habían encajado a la perfección. Y luego estaba el mejor amigo del alfa, Stiles, el chico de lunares que había tocado su corazón sin darse cuenta. Le daba rabia comenzar a sentir sentimientos por ese sujeto pero no podía sacarlo de su cabeza. No le había pasado ni con Isaac todo era nuevo. Y le aterraba salir lastimada y mucho más hacer daño a otras personas. Pensaba en Malia y se le retorcia el corazón, ¿acaso se estaba metiendo en su relación? Emily estaba segura que Stiles estaba soltero pero cuando Malia estaba presente parecía todo lo contrario. No quería que Malia saliese mal en todo ese rollo. No le gustaba hacer daño a la gente y mucho menos intencionadamente. Por lo que prefirió alejarse de ellos lo más posible. Se sentó en el suelo y cruzó las piernas para que no se le viera nada. El arma comenzó a estorbarle al tener los muslos tan juntos por lo que la sacó y dejó a vista de todos.

—¿Qué haces con eso?—le preguntó Scott bastante curioso.

Emily levantó la mirada de sus uñas.

—Según Braeden es para mi seguridad—contestó encogiéndose de hombros.

—¿Sabes usarla?

—Claro Scott sino no la llevaría encima.

El alfa se sintió un poco tonto pero sonrió por el tono infantil de la chica. Stiles miró a ambos, ¿qué estaba pasando?

—¿Y la has usado?

—Haces muchas preguntas—contestó riendo—. Sí, cuando entraron a mi casa a robar pero solo disparaba a los pies. También la uso con Braeden o cuando entreno.

—¿Entrenas?—preguntó esta vez Kira. Al parecer no sabían mucho sobre la vida de Emily. El único que se había molestado en conocerla y preguntar todo sobre ella fue Mason y Liam por siempre ir con el moreno.

—Sí—dijo bastante orgullosa—mi prima quiere que sea como ella en un par de años pero esa no es mi vocación. No sirvo para ir disparando a la gente, no me gusta hacer daño y eso supone un problema para Braeden.

Scott sintió más respeto por ella.

—¿Y que sabes hacer?—le preguntó Malia con un poco de curiosidad, se sentó en el suelo y pasó una mano sobre su frente sudada.

—No tengo vuestra fuerza pero manejo bastante bien mis puños y piernas.

—Podríamos pelear algún día—bromeó Scott, disimulando su mal estado.

Porque te quiero [Stiles Stilinski]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora