Mi odioso guardaespaldas.→|M-preg|

Capítulo 20

Hay algo más raro, que un louis vomitando. «No, no lo creó» el chico se encontraba encerrado el baño, arrodillado en frente del excusado. Teniendo las arcadas de su vida.

Por su parte Harry trataba de tumbar la puerta.

—Louis, vamos cariño abre la puerta— la única respuesta que escucha es el sonido de una arcada

—Estoy bien—grita, seguido de otra arcada— solo vete

—lo siento pero tu no puedes correrme de mi habitación— reniega

—y tu no puedes verme así estoy horrible y apesto a vomito es asqueroso—murmura

—solo abre la puerta de una vez por que lamento decirte que no me iré hasta que salgas — asegura

Él chico castaño, se rinde después de diez minutos jala la palanca y lava sus diente camina desanimadamente asta la puerta, la abre topándose con el rizado quien lo toma por los hombros para después mostrarse preocupado

—Dios estas muy pálido,— este trata de alejarse y harry lo detiene

—estas exagerando iré a darme una ducha—se acerca a besar la mejilla del mayor pero este gira su rostro y estampa sus labios con los del pequeño

—eres un asqueroso como puedes besarme después que vomité—lo mira enarcando la ceja

—fácil... Puedo besarte sin ningún tipo de asco por que estoy enamorado de ti... tonto—el pequeño golpea su hombro apenado

—si claro.

—que bipolar, eres sabes anoche no me golpeabas, ni te parecía tonto— finge molestia

los dos ríen,  louis se separa para hablar—bien me voy después de todo no es tan malo que haya despertado a las 6: 30, aún no le hemos contado a mamá sobre nosotros, no quiero que ella y las chicas se enteren así.— un beso mas y se va 

LOUIS.

camino lo mas rápido que puedo hasta mi habitación, subo las escaleras y un mareo repentino casi me hace caer nunca, en mi vida me había sentido menos genial. 

Estar enfermo es la peor tortura por la que puedo pasar, lo que paso en la habitación de Harry fue vergonzoso era realmente penoso saber que el estaba afuera oyéndome. Lo que me parecía raro es que la cena me haya causado este malestar, Susana, y Lily siempre cuidaban muy bien la preparación de la comida.

Entre a mi habitación, para ir directo a al baño lave mi cara y me di cuenta de que era verdad lo que harry dijo, me veo como un muerto estoy demasiado pálido. Me apresuro, saco mis ropas, para segundos después meterme  bajo la regadera, el agua caliente recorre mi cuerpo, asiendo que mis músculos se relajen, lavo mi cabello y paso la esponja por todo mi anatomía. Termino, tomo una  toalla, la ata a mi cadera y salgo del baño no antes de cepillar mis  dientes. 

El día no pintaba de lo mejor el cielo estaba plagado de nubes grises, y un viento no era nada favorable por lo que no necesito ser un genio para darme cuenta que en cualquier momento comenzara a llover.

  Me visto con unos pants negros, una jersey gris ,calcetas y pantuflas lo se mi estilo era un asco pero, yo me sentía demasiado cómodo vestido así.

Ahora son las siete y cuarto, y sorprende mente que yo ya estoy en el comedor, Susana trae los cubiertos para la mesa me levanto y la ayudo

—BUENOS DIAS— beso su mejilla y se escucho a alguien aclarar su garganta