32: Adios Norberto

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—Es muy tarde para cambiar los planes —dijo Harry a Hermione—. No tenemos tiempo de enviar a Charlie otra lechuza y ésta puede ser nuestra única oportunidad de librarnos de Norberto. Tendremos que arriesgarnos. —Y tenemos la capa invisible y Malfoy no lo sabe-agregué.
Cuando fuimos a la casa de madera nos encontramos a Fang, el perro cazador de jabalíes, sentado afuera, con la cola vendada, fui hasta él distraída por su venda y cuando le toque la herida con cuidado él solo soltó un sollozo de inmediato la solté y le di un par de caricias solo para ser arrastrada por Harry hasta la ventana para avisar a Hagrid. Éste habló a través de la ventana.
—No os hago entrar —jadeó— porque Norberto está un poco molesto. No Es nada importante, ya me ocuparé de él.
Cuando le contamos lo que decía Charlie, se le llenaron los ojos de lágrimas, aunque tal vez fuera porque Norberto acababa de morderle la pierna.
—¡Norberto!-regañe molesta, sin miedo a que me mordiera, porque admitámoslo, sería genial que un dragón te mordiera, sin embargo Norberto solo encogió la cabeza, como si estuviera avergonzado.
—¡Aaay! Está bien, sólo me ha cogido la bota... está jugando... después detodo es sólo un cachorro.
El cachorro golpeó la pared con su cola, haciendo temblar las ventanas.
Regresamos al castillo, el sábado aunque pasara el tiempo se hacía más lejano. Casi lloré, cuando llegó el momento de la despedida, aunque seguía preocupada por los eventos que pasarían esta noche. Era una noche oscura y llena de nubes y llegamos un poquito tarde a la cabaña de Hagrid, porque tuvimos que esperar a que Peeves saliera del vestíbulo,donde jugaba a tenis contra las paredes. Hagrid tenía a Norberto listo y encerrado en una gran jaula.
—Tiene muchas ratas y algo de brandy para el viaje —dijo Hagrid con voz amable—. Y le puse su osito de peluche por si se siente solo.
Del interior de la jaula les llegaron unos sonidos, que parecía  que Norberto le estaba arrancando la cabeza al osito.
—¡Adiós, Norberto! —sollozó Hagrid, mientras Harry y yo cubríamos la jaula con la capa invisible y nos metíamos dentro ellos también—. ¡Mamá nunca te olvidara!
Cómo nos las arreglamos para llevar la jaula hasta la torre del castillo fue algo que nunca supe cómo lo hicimos. Era casi medianoche cuando trasladamos  la jaula de Norberto por las escaleras de mármol del castillo y seguimos por pasillos oscuros. Subimos una escalera, luego otra... Ni siquiera uno de los atajos de Harry hizo el trabajo más fácil, recorrimos un montón, además de tener en una jaula un pesado dragón que en cualquier momento aún con la jaula podía lanzarnos fuego.
—¡Ya casi llegamos! —resopló Harry, mientras alcanzábamos el pasillo que había bajo la torre más alta.
Entonces, un súbito movimiento por encima de nosotros casi me hizo soltar la jaula. Olvidando que eramos invisibles, nos encogimos en las sombras,contemplando las siluetas oscuras de dos personas que discutían a unos tres metros. Una lámpara brilló.Era la profesora McGonagall, con una bata de tejido escocés y una redecilla en el pelo, tenía sujeto a Malfoy por la oreja.
—¡Castigo! —gritaba—. ¡Y veinte puntos menos para Slytherin! Vagando En medio de la noche... ¿Cómo te atreves...?
—Usted no lo entiende, profesora, Harry Potter vendrá. ¡Y con un dragón!—¡Qué absurda tontería! ¿Cómo te atreves a decir esas mentiras? Vamos,hablaré de ti con el profesor Snape... ¡Vamos, Malfoy!
Después de aquello, la escalera de caracol hacia la torre más alta parecía tan facil. Cuando salimos al frío aire de la noche, donde nos quitamos la capa, felices de poder respirar bien, Hermione dio una especie de salto.
—¡Malfoy está castigado! ¡Podría ponerme a cantar!
—No lo hagas —le dije de inmediato Riéndonos de Malfoy, esperamos, con Norberto moviéndose en su jaula.
Diez minutos más tarde, cuatro escobas aterrizaron en la oscuridad.Los amigos de Charlie eran muy simpáticos....dios eran los unicos que me entendían! ¡Sabian sobre los Nundu!
— ¿Y cual es tu nombre pequeña rubia?-me preguntó uno de ellos
— Laila Scamander-respondi,al oir mi apellido todos se me quedaron viendo como si me hubiera crecido un tercer ojo.
— Oh por Merlin.....eres ella? Laila Scamander? la hija de Newt Scamander a la que le dedicó el ultimo libro?
Sonrei al escuhar eso, mi abuelo Newt en su ultimo libro habia escrito una dedicatoria para mi:
«para mi pequeña Laila, que sigas soñando con tener tres dragones, uno nunca sabe»
—No su hija, su nieta-aclare
Dios, creo que porfin habia gente que me entendía, sabían que era un Doxy, un Ashwinder, un Jarvey, ¿podrian ser mis nuevos Harry, Ron y Hermione?
Nah, me gustaban los tontos y Hermione que me tocaron y ademas los amigos de Charlie eran mucho más mayores.
Nos enseñaron , los arneses que habían preparado para poder suspender a Norberto entre ellos y me aseguraron que Norberto iba a estar muy seguro. Todos ayudamos a colocar a Norberto para que estuviera muy seguro, y luego Harry y Hermione estrecharon las manos de los amigos y les dieron las gracias. Mientras yo acariciaba las pequeñas escamas de Norberto.
—¡Laila! ¿Estás bien?-preguntó un chico alejándome de Norberto y yo asentí confundida.
—Lo estaba acariciando-dije si entenderlo y el solo dio un suspiro.
—Dios, ¿no le temes a la muerte verdad? Además el dragón deje que lo toques, tú y Charlie de verdad se tienen que conocer...
Por fin. Norberto se iba... se iba... se había ido.Bajamos rápidamente por la escalera de caracol, con los corazones tan libres como las manos, que ya no llevábamos la jaula con Norberto. Sin el dragón,y con Malfoy castigado, ¿qué podía estropear mi felicidad?
La respuesta nos esperaba al pie de la escalera. Cuando llegamos al pasillo,el rostro de Filch apareció súbitamente en la oscuridad.
—Bien, bien, bien —susurró Harry—. Tenemos problemas.
Nada era bien, bien y bien Harry Potter! ¿¡Por qué?! ¿¡Por qué?!
¡Porque habíamos dejado la capa invisible en la maldita torre!

Laila Scamander y La Piedra FilosofalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora