Secuestro

Cap 4

Habían pasado 2 años desde que llegue a la nueva casa, mis padres aún no se enteraban del Bullying que sufría en mi nueva escuela, y eso era bueno, no quería hacer un escándalo.

Y aunque ya nadie me molestaba, ni me insultaban, no tenía amigos, nadie con quien jugar y mucho menos hablar. Era una simple niña de 9 años totalmente solitaria.

En la hora del recreo me sentaba en el banco más alejado del área de juegos, sacaba el almuerzo de mi lonchera y comida en silencio observando a todos jugar y divertirse. Niños persiguiendo una pelota, niñas tomadas de la mano mientras bailan. Lo mismo todos los días.

Hasta que un día un chico cambio mi infancia

-¿puedo sentarme aquí? - pregunto y yo asentí - ¿Cómo te llamas?

Estaba a punto de decirle mi nombre pero unas niñas de mi salón se acercaron a interrumpir

-no le hables a la niña Pooh - dijo una de ellas

-si la niña Pooh es un adefesio - su amiga la apoyo

-ella no es un adefesio - el niño grito

-uy perdón - volvió a decir la misma niña

-Déjenla en paz - les dijo el niño

Ellas ya no dijeron nada y se alejaron, mientras me lanzaban su mirada de "vas a morir perra" bueno no creo que una niña de 9 años diga "perra" pero es lo único que recuerdo.

Aun puedo sentir el sabor de mierda en mi boca, me duele demasiado la cabeza tanto que los recuerdos pesan toneladas. Mis manos se ponen pálidas y las muñecas moradas, el lazo me está cortando la circulación.

-yo soy Jonathan y creo que tú no me dijiste tu nombre - dice el niño

-soy Natalie - digo tímidamente

-mucho gusto, ¿te puedo decir Nati?

-sí, si yo te puedo decir John

-trato echo - dice y me ofrece su mano. La tomo y ambos las agitamos.

Me subo a la cama de hospital y esta responde con chillido sordo. Me recuesto e intento dejar de llorar, pero las lágrimas no dejan de caer.

-eres nuevo ¿Verdad? - le digo a John

-si me acabo de mudar de Tijuana

-nunca he estado en Tijuana

-no te preocupes, cuando seamos grandes yo mismo te llevare

-¿enserio? Lo prometes

-lo prometo, solo con una condición

-¿Cuál?

-no dejes que te molesten esas niñas, nunca mas

-Nunca más - prometí

No sé si fue así como sucedió, pero es lo único que recuerdo de la primera vez que vi a John. Me duele demasiado la cabeza, y mi mente no ayuda en mucho.

-Natalie quieres ir a mi fiesta de cumpleaños - me dijo Jessica Ramírez. Una niña que nunc ame dirigía la palabra, siempre me ignoraba. Era bonita y todos los niños del colegio querían con ella.

-¿enserio me quieren invitar? - fue lo primero que se me ocurrió preguntar

-sí, van a ir todos los del salón ¿quieren venir? Es mi cumpleaños número 10 - insiste