Cap 19

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Las horas pasan volado, los días vienen y se van. Y yo sigo soñando con el ultimo día que vi a mi familia, que bese a John, que respire la libertad en cada poro de mi cuerpo.

Soñar aquel día me provoca nauseas, mi último día de libertad, mis ultimos momentos de vida, mis últimas horas de luz.

Aquí cada día parece noche, el único sol que me da calor, es un foco que parpadea. Los dolores de cabeza aumentan, el dolor en mis costillas aumentan. Y sin negarlo, mi piel delinea perfectamente mis huesos.

Puedo soñar, puedo agonizar, puede ser parte de mi mente, pero el dolor es muy real.

Blanca se está haciendo la idea de ser penetrada por el resto de su vida. Jorge cada vez se pone más débil pero soporta las torturas.

Esto nunca tendrá fin, no al menos que muera. Me intento convencer de que un día volveré a ser libre, que volveré a estar con mis padres, que no tendré que sufrir, que no tendré que llorar que no tendré miedo.

Pero cuando por fin tratas de convencerte de que alguien te salvara, llega el momento de que tu destino entra por la puerta y te mata poco a poco, lentamente, tu pequeña ilusión.

Me gusta caminar por todo la habitación. Imaginando que estoy en mi cuarto, que puedo jugar con mis cosas, que puedo dormir en un colchón grande y suave. Mirar este cuarto sin ventanas, una cama oxidada, dos adolescentes destruidos es mejor que nada.

Mientras Jorge y Blanca duermen en la cama, intento despejar mi mente en los recuerdos, pero estos ya desaparecieron, ya se nublaron entre el dolor y la agonía.

Cuando estoy dispuesta dormir junto con Blanca y Jorge el tipo entra al cuarto.

No hace mucho ruido por lo que Jorge y Blanca no se despiertan. Lo miro pero el no me mira, me ignora, como lo ha hecho en los últimos días, como si yo no existiera, como si yo no estuviera en ese cuarto.

Lleva un lazo en sus manos y se acerca lentamente a Jorge y Blanca.

-Blanca despierta-murmuro -por favor Blanca despierta.

Quiero que se despierte, necesito que se despierte. No puedo dejar que el tipo la vuelva usar. Cuando veo que el tipo esta a lado de la cama y esta a punto de tocar a Blanca grito.

-BLANCA DESPIERTA-

Jorge y Blanca se despiertan al escucharme. Me miran y después al hombre parado frente a ellos. Blanca corre hasta llegar a mi lado, pero a Jorge el tipo lo tiene otra la cama.

Le amarra las manos juntas y los pies al borde de la cama, el tipo saca una cita adhesiva gris de su pantalón, arranca un pedazo de esta y se la coloca en la boca. El tipo sale y corro hasta la cama para desatar a Jorge, pero el amarre es demasiado fuerte y no puedo desatarlo

-Natalie- me grita Blanca al ver que el tipo ya está entrando al cuarto. Corro hasta llegar a la esquina con Blanca y nos sentamos a observar.

Todo transcurre despacio, con cierta morosidad, se diría que el verdugo se toma su tiempo para preparar lo necesario para su actuación. Jorge se agita, trata inútilmente de liberarse.

El tipo entra con algo similar a una caja y la coloca a un lado de la cama. Lleva consigo una bolsa de plástico de la que extrae gruesos alambres. Jorge desesperado busca liberarse. Solo escucho el llanto de Blanca a lado mío, los gritos desgarradores de Jorge, que sabe bien lo que sigue.

Y lo que sigue es dolor. El tipo toma el extremo de un cable y lo conecta a la caja, mientras que el otro extremo lo enreda en el cuerpo de Jorge. Nada de sofisticaciones, solo toques eléctricos, punzantes choques de electricidad en las palmas de los pies, el pecho, en el cuello y la cabeza, en los genitales... la rutina del dolor.

El llanto y los gritos Jorge inundan la habitación mientras su cuerpo convulsiona con cada descarga. El tipo hace su trabajo despacio, tomando cada segundo del tiempo. Manipula los cables, el cuerpo de Jorge.

Siento las lágrimas caer por mis mejillas. Aún recuerdo la vez que sentí ese dolor con la lámpara de choques, pero se que el dolor que sufre Jorge es aún peor.

Blanca me abrazaba fuertemente, siendo el dolor emocional mas fuerte que el físico.

El tipo se detiene por unos minutos observando su trabajo. Contemplando aquel hermoso joven acostado frente a el, agonizando de dolor. El tipo quita los cables del cuerpo de Jorge, rompió las cuerdas de sus manos y pies, arranco la cinta adhesiva. Salió del cuarto sin decir nada. Encerrándonos de nuevo.

Haciendo que las horas volaran y los días pasaran.

SecuestroWhere stories live. Discover now