Capítulo 2

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*dos semanas antes*

Lena despertó algo aturdida. Sentía una agobiante presión en la cabeza y ganas de vomitar. Trató de abrir los ojos pero el dolor de cabeza y la luz sobre ella le obligaron a cerrarlos de nuevo. Trató de recordar qué había ocurrido. Había salido de la universidad muy tarde, había conducido hasta su piso y al bajar del coche la calle estaba completamente vacía. Recordaba haber entrado en el portal y de repente alguien le había golpeado por la espalda. A continuación solo recordaba una potente luz y gente hablando a su alrededor hasta que una aguja se había clavado en su brazo y se había quedado profundamente dormida.

Se removió notando que estaba tumbada en el suelo, en un frío y duro suelo de metal. Entonces una mano se colocó en su hombro y abrió los ojos de golpe, alejándose de aquel contacto, respirando con dificultad.

-Lo siento mucho no pretendía asustarte... -enfocó al chico joven que la miraba preocupado- ¿Cómo te encuentras?

La morena miró a todos lados, moviendo los ojos de forma brusca, totalmente asustada. Se encontraba en una jaula, sí, una maldita jaula. Fuera únicamente se veían dos pasillos iluminados ligeramente por unas luces rojas. Era todo de metal, como si de un avión se tratara. Justo delante de ella, tres chicas jóvenes, un niño de unos diez años y dos chicos más de unos veintipico la miraban con gesto de preocupación.

-¿Dónde estoy? -dijo finalmente.

-Sabemos lo mismo que tú, lo siento.

-¿Quiénes sois?

-Yo me llamo Zach, ellas son Laura, Sara y Alice -señaló a las tres chicas-, él es Abel -el niño sonrió ligeramente- y ellos dos Colin y Nathan. ¿Tu nombre?

-Lena... Lena Luthor.

-Muy bien Lena, ¿qué recuerdas antes de estar aquí? -preguntó una de las chicas.

-Volvía de la universidad cuando me golpearon, me inyectaron algo en el brazo... -se miró donde recordaba el pinchazo y descubrió un pequeño puntito de sangre.

-Todos hemos llegado aquí de la misma forma entonces -continuó Nathan acercándose a los barrotes, parecía agotado.

-No entiendo nada... -murmuró la morena confundida, levantándose.

-Ninguno de nosotros entiende nada.

Y tras aquello los días habían pasado y únicamente veían todos los días a la misma chica de piel pálida con escamas que les llevaba comida pero que únicamente había hablado el primer día.

-Os encontráis en Maldoria, también conocido como luna de los esclavos, planeta ubicado en la tierra treinta y ocho. Todos vosotros habéis sido elegidos por una misma razón: estáis solos y nadie os buscará en vuestro planeta, nadie notificará vuestra desaparición. Seréis vendidos como esclavos al mejor postor y el resto de vuestras vidas serán entregadas a vuestros dueños -había dicho.

Aquellas fueron sus palabras y no volvió a abrir la boca. Seguía llevándoles comida dos veces al día pero por muchas preguntas que le hicieran, no volvió a hablar.

Tras una semana varios hombres armados y completamente vestidos de negro habían aparecido y los habían sacado de allí atados de manos. Los habían subido a un escenario improvisado delante de cientos de personas y habían pujado por ellos, como meros animales de circo sin derecho a elegir ni a hablar.

Lena había intentado soltarse pero únicamente había recibido un puñetazo por parte de uno de los hombres armados. Cuando una mujer encapuchada entre los asistentes había ofrecido una gran cantidad por "la chica guapa de pelo oscuro" le habían cubierto la cabeza con un saco y la habían montado en alguna especie de avión, donde cayó desmayada por el hambre.

Take You Home (SuperCorp)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt