Capítulo 24

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Despertó más alterada que nunca, con la respiración agitada y la pesadilla que acababa de tener reproduciéndose una y otra vez en su cabeza.

-Kara ¿estás bien? -escuchó a una adormilada Lena a su lado y se giró para ver cómo se incorporaba frotándose los ojos.

-Solo ha sido una pesadilla... -murmuró entrelazando sus dedos con los suyos. Entonces se giró de nuevo para ver cómo el sol ya había empezado a salir-. Mierda, tenemos que irnos.

-¿A dónde? -preguntó confundida viendo cómo la rubia se levantaba y empezaba a vestirse.

Kara paró un segundo para arrodillarse frente a la cama, cogió ambas manos de la morena y suspiró antes de empezar a hablar.

-Anoche volví a casa para intentar hacer razonar a mi madre sobre la boda de hoy. Después de discutir... intentó encerrarme en mi habitación, conseguí huir por la ventana del baño pero estoy segura de que en cuanto vea que no estoy mandará buscarme...

Lena se sentó en el borde de la cama mientras la rubia volvía a vestirse, tenía la mirada perdida y cuando se levantó para colocarse delante de Kara, esta se asustó ante su expresión.

-Dime que estás dispuesta a dejarlo todo atrás por mí e iré contigo, pero si tienes dudas... me iré por mi cuenta, buscaré la forma de volver a la Tierra...

Los labios de la rubia se posaron sobre los suyos de forma brusca, dejándolos simplemente pegados mientras sentía las lágrimas de la morena fundirse en la unión de sus bocas.

-Estoy más que dispuesta a dejarlo todo -susurró pegando su frente a la suya, besando la punta de su nariz tras ello.

Lena asintió lentamente, dirigiéndose tras ello al armario para vestirse.


Astra las estaba ayudando a meter algo de comida en las mochilas cuando el timbre sonó insistentemente, las tres se miraron alarmadas y Kara miró el reloj, quedaban dos horas para la boda.

-Esconderos en la habitación -dijo Astra acercándose a la puerta con firmeza.

Ambas chicas asintieron, encerrándose en la habitación. Kara se pegó a la puerta, escuchando cómo su tía acababa de abrir.

-Hermana déjame pasar -escuchó a su madre y tragó saliva.

-Aquí no se te ha perdido nada.

-Sé que mi hija y esa chica están aquí.

-¿Crees que serían tan tontas de quedarse aquí sabiendo que vendrías a buscarlas?

Se hizo el silencio y la rubia sonrió ligeramente, sin apartar de su cabeza la preocupación por su tía.

-¿Si no están por qué no nos dejas pasar? -volvió a hablar Alura.

-¿Tienes una orden de registro? Porque si no sería una total violación de mi intimidad. Eres jueza hermanita, no te costará mucho hacerte una. Vuelve en unos minutos con una y te dejaré entrar encantada.

-No podrás esconderlas para siempre...

Y tras ello el silencio volvió a inundar el piso, la puerta se cerró y tras varios segundos aguantando la respiración, tocaron a la puerta de su habitación suavemente.

-Ya se ha ido.

-Siento mucho haberte metido en este lío -contestó Kara abriendo para encarar a su tía.

-No te preocupes, ahora coged las cosas y salid de aquí.

Ambas chicas asintieron cogiendo sus mochilas, dirigiéndose a la entrada cuando Kara se paró para abrazar a su tía con los ojos llenos de lágrimas.

Take You Home (SuperCorp)Where stories live. Discover now