Capítulo 8

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El estado de su madre había empeorado y tras tres días de fiebres altas Alura mostraba un aspecto demasiado débil. Kara permanecía todos los días a su lado, saltándose las clases para estar con ella y que su padre pudiera ir a trabajar. No había podido ir a visitar a Lena, no quería dejar sola a su madre y cuando tenía unas horas libres estaba demasiado cansada o debía poner alguna excusa para viajar al planeta del cual era el hombre que había atacado a su madre. Extrañaba aquellos ojos verdes y las largas horas que pasaban hablando. Por otro lado su preocupación crecía día a día, no podía asegurar que Rhea la tratara bien, ni mucho menos después de lo que había presenciado. Sabía que debía volver cuanto antes, llevarle comida y asegurarse de que seguía viva.

De que seguía viva...

La simple idea de que le pasara algo o que muriera hizo que un terrible escalofrío recorriera su cuerpo. Salió de la habitación del hospital en busca de aire. Sabía que todo eran excusas de su cabeza para verla, pero realmente estaba preocupada. Debía volver cuanto antes, aquella misma noche si hacía falta

Sacó el móvil una vez estuvo en la calle, empezaba a anochecer y agradeció que la última vez Mon-El le hubiera dado su número en caso de urgencia.

-¿Kara? -escuchó al otro lado del teléfono.

-Mon-El necesito ir a Daxam. Hoy.

-¿Esta noche?

-Sí.

La línea se quedó en silencio durante unos segundos.

-De acuerdo -dijo finalmente el chico, haciendo que la rubia suspirara aliviada-. Ven en una hora, diremos que vamos a cenar juntos aquí en Daxam.

-Allí estaré.

...

Mon-El bajaba las escaleras mientras observaba los colores rojizos del cielo a través de las cristaleras laterales. Su madre había hecho demasiadas preguntas ante que fuera a cenar con Kara, las cuales había evitado sin ningún problema. Estaba seguro de que el día en que supieran lo suyo con Zira no lo aprobarían y posiblemente intentarían persuadirlo para que la dejara. Estaba seguro de todo aquello pero también de que estaba enamorado de ella, y aunque se tuvieran que ver a escondidas, aunque lo suyo pareciera algo imposible, él iba a luchar.

Miró de reojo uno de los guardias que escoltaban la puerta y se despidió de él en cuanto Kara bajó de la nave que acababa de aterrizar delante del palacio, caminando hacia ella girando la cabeza en el último momento para observar cómo su madre los miraba a través de una de las ventanas de la planta de arriba.

-¿Has tenido algún problema para venir? -habló el chico mientras se alejaban para dar la vuelta sin que les vieran e ir a los jardines.

-Mis padres no están muy contentos con que venga...

-¿Cómo está tu madre?

-Débil.

El chico asintió girando la esquina, perdiendo de vista el palacio.

-He escuchado a mi madre hablar con uno de los guardias, le preguntaba si la chica había cambiado de opinión, pensé que hablaría de...

-Lena.

-Lena -repitió-. Luego han cambiado de tema, hablaban sobre aumentar la seguridad por un posible contraataque kryptoniano.

-¿Contraataque? No estamos en guerra.

-No lo he entendido muy bien.

Siguieron en silencio comprobando que ninguno de los trabajadores de palacio los vieran y en el centro del laberinto se separaron.

Take You Home (SuperCorp)Where stories live. Discover now