Capítulo 5

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¿Por qué inventar una historia tan desgarradora? ¿Por qué herir sus nudillos, rasgar su voz, apagar sus ojos y aguantar las lágrimas?

La historia de Lena era real. Y aunque costaba creer que los reyes de Daxam estuvieran haciendo algo así, había grabado a fuego en su mente que la chica no mentía. La ficción superaba a la realidad, la realidad de tener fe en la humanidad como un conjunto civilizado.

Las cinco de la mañana y Kara seguía despierta, dando vueltas en la cama, mirando a través de la ventana aquel pequeño punto brillante en el cielo que era el planeta contiguo. Lena en ningún momento le había pedido ayuda, ni que la sacara de allí, pero sabía que debía hacerlo y que quizá, si tardaba mucho, acabarían matándola o dejando que se muriera de hambre.

Quizá arriesgaba mucho, quizá ponía en riesgo la seguridad del pacto de paz incluso la suya propia, pero no podía dejarla allí.

-¿Estás bien? -escuchó a Jess mientras desayunaban juntas. Sus padres se habían ido a trabajar pronto y normalmente desayunaba con su amiga.

-Sí sí -dio un sorbo a su café.

-Ayer tu madre me preguntó qué tienes con el príncipe Mon-El.

-¿En serio?

-Sí, le dije que nada pero... -le sonrió de lado- No estoy muy segura de mi respuesta, me dijo que fuiste a pasar la tarde con él.

-Fui a ver a Lena -bajó la voz, inclinándose ligeramente hacia ella.

-¿Quién?

-La chica que tienen encerrada -suspiró-, necesitaba preguntarle algunas cosas. Jess, vi cómo la reina hizo que le pegaran, la tienen sin comida por negarse a ser su esclava -dijo esa última palabra con asco, arrugando la nariz.

-Me resulta demasiado difícil de creer...

-Lo sé -la cortó-, a mí también me lo parecía pero lo vi, la vi a ella herida y débil... Esta tarde iré de nuevo.

-Kara... -se pasó los dedos por el pelo, acercándose- Deberías olvidarlo. No vayas más, te puedes meter en un lío.

-¿En serio? -preguntó incrédula- Te estoy diciendo que tienen a una chica encerrada, que le golpean sin motivo, la están matando de hambre... ¿Y si fueras tú la que estuviera allí? ¿O yo?

-No sabes quién es, ¿y si es una delincuente y está allí por eso?

-Se llama Lena, viene de la Tierra...

-¿Y de verdad la crees? Yo también inventaría una historia si me hubieran encarcelado por robo o a saber y viniera una chavala a la que le gustan las novelas de fantasía. Kara no todo es así, no puedes ayudar a escapar a una chica simplemente porque te da pena y crees sus historias, no todo el mundo es bueno y quizá esa historia que te ha contado está vacía de sentido pero tú lo ves todo claro por tus ganas de aventura.

La rubia permaneció en silencio en todo momento, su gesto fue cambiando a un semblante serio conforme hablaba. Cuando su amiga acabó de hablar apretó los dientes y sin apartar la mirada de sus ojos se levantó de la silla, haciendo que el sonido de las patas contra el suelo resonara por toda la cocina.

-Kara... por favor no te vayas... -escuchó a sus espaldas antes de salir de allí en dirección a su habitación, cerrando con llave tras de si.

Le dolía el pecho y sintió que le faltaba el aire. Se sentó en el borde de la cama y cuando escuchó que tocaban a la puerta y la voz de su amiga al otro lado se quedó en silencio, cerrando los ojos, tumbándose de espaldas en la cama. Esperó a que se fuera con las dudas volviendo a su cabeza y sin darse cuenta se durmió.

Take You Home (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora