Take You Home (SuperCorp)

Capítulo 20

Apenas había dormido cuatro horas pero ya no sentía el cuerpo entumecido ni la cabeza le daba vueltas. Despertar con los besos de Lena por sus mejillas, haciéndole reír al menos hasta que recordó lo ocurrido aquella noche le había animado bastante. Mejor que despertar sola o en el sofá del hospital.

Jess había despertado hacía unos minutos y aunque estaba bastante confundida, había pedido estar a solas con ella. Cuando los enfermeros acabaron de comprobar su estado tras la operación Kara entró cerrando la puerta tras de si, dejando en el pasillo a su madre mirándola con rostro de desaprobación.

-¿Cómo estás? -preguntó la rubia abrazando a su amiga con cuidado de no tocar su hombro.

-Me encuentro mejor, algo drogada -bromeó mirando de reojo el gotero- pero bien. ¿Tú cómo estás?

-Bien... Creo que mi madre no se ha tomado muy bien mi beso con Lena frente a todos.

-Fue precioso.

-Bueno... -carraspeó algo sonrojada- ¿Te han contado...?

-¿El qué?

-Lar Grand ha muerto durante el atentado...

La castaña echó la cabeza hacia atrás suspirando.

-¿Se sabe quién ha sido..?

-Se rumorea que varios kryptonianos que se negaban a la idea de daxamitas en nuestro planeta... Han capturado a uno de ellos, estaba en el baile esperando el momento exacto para detonar la bomba.

-Justo cuando Lar Grand estaba en el centro, con vosotras.

-Exacto.

-¿Cómo está Lena?

-Consiguió salir a tiempo y está en casa, justo acabo de venir de dormir un rato con ella, estaba agotada... -cogió su mano derecha- Me diste un buen susto...

-No te librarás de mí tan fácilmente -sonrió divertida.

Pasada media hora hablando entró la madre de Jess junto a un médico para revisar de nuevo las constantes vitales de la castaña.

-Tus padres se han ido a casa hace unos minutos -le dijo Talia-, han estado un rato hablando con Rhea.

-¿Rhea?

-Había venido a buscarles.

-Cuida de ella ¿eh? -señaló a Jess mirando a la mujer, que sonrió divertida y por fin aliviada al ver a su hija despierta.

Le guiñó un ojo a su amiga y salió de la habitación. Tal y como había dicho Talia sus padres se habían ido, y tampoco había rastro ni de Rhea ni de Mon-el por el hospital. Decidió volver, acostarse un rato, quizá volver a dormir. Estaba nerviosa, toda aquella situación empeoraba por momentos y por la calle la gente hablaba de una posible guerra, de tomar represalias, de venganzas...

Sacudió la cabeza acelerando el paso, no quería pensar en aquello. Sus padres y Rhea encontrarían la forma de devolver la paz, de castigar a los culpables. Aunque en esos momentos la reina no se encontraría en su mejor momento para reinar, su planeta la necesitaba más que nunca.

A cinco minutos de llegar a casa giró una esquina para encontrarse con dos chicos empujando a una mujer que cayó al suelo tras ello.

-Vuelve a tu planeta, no queremos daxamitas aquí -casi escupió el nombre.

Sin pensárselo dos veces Kara se acercó al que acababa de hablar y le empujó tal y como acababa de hacer él con la mujer, pero sin tirarle al suelo.