Nuevos Vecinos

1.7K 59 28
                                    

Los personajes en esta historia pertenecen a CLAMP, la historia es de autoria propia

Recuerdo aquellos días como si hubiesen pasado apenas ayer. La neblina caía espesa sobre Tomoeda y los rayos de sol se colaban entre las nubes, el roció cubría las flores y se escuchaba el chirrido de las cigarras. Eran finales de Abril cuando lo conocí, siendo apenas unos niños completamente ignorantes del futuro que nos deparaba juntos apartir de ese momento.

-Buenos Días Srita. Kinomoto, hoy se levanto muy temprano, podría entregarle el diario al Profesor de mi parte por favor.

-Buenos Días señor Himura - Le contesto la castaña con una sonrisa, tomando aquel rollo de papel entre sus manos.

-Que tenga buen día - Se despidió con una mano aquel hombre subiendo a su bicicleta

Un enorme camión de mudanzas llego en ese momento estacionándose frente a la casa contigua de la ojiverde, aquella niña curiosa de no mas de 13 años avanzo hacia donde estaba aquella casa sin habitar durante años y noto como una elegante y hermosa mujer con ropas chinas salia de su interior. Sakura no sabia en que momento aquel inmueble había sido ocupado, avanzo un poco, curiosa por saber mas sobre sus nuevos vecinos hasta que sintió chocar contra algo o mas bien contra alguien.

-Hey! Fíjate por donde caminas - Le dijo con molestia un niño de su misma edad con cabello achocolatado y revuelto

-Pe...Perdón yo solo - La ojiverde se quedo callada cuando miro aquellos ojos ambarinos, penetrantes y fríos como hielo.

-Que estas mirando?! - Le dijo levantando una ceja.

-Hemm, nada lo siento - Se disculpo con una reverencia

-Como digas, de cualquier manera espiar es de mal gusto - El ambarino se dio media vuelta dejándola sola en medio de la calle

-Pero que grosero! - Refunfuño

Sakura volvió a casa con aquella incógnita sobre sus nuevos vecinos y aquel chico antipático al que jamas había visto. Entro a la cocina dejando el periódico sobre la mesa, mientras Nadeshiko servia el desayuno y Fujitaka comenzaba a leer el diario.

-Buenos días monstruo! A que se debe el milagro de verte despierta tan temprano en domingo. Seguramente hoy va a llover.

-Hermano! No molestes - Le decía con un puchero la ojiverde mientras intentaba patearlo bajo la mesa pero el moreno era mas rápido y la esquivo

-Ja! Monsssss-truo!

-Ayy, ay, ay! Eres lo peor Touya -Chillo Sakura sobándose el pie con el que inútilmente había querido golpear a su hermano

-Vamos chicos, tengamos un desayuno en paz. Por que no se sientan a comer mientras les sirvo un poco de fruta y jugo.

Nadeshiko sirvió el desayuno y mantuvieron una conversación amena y alegre sobre la mesa. Era un domingo común en la familia Kinomoto, Touya había subido a su habitación a leer cómics, Fujitaka estaba en el estudio terminando pendientes para sus clases en la Universidad. Mientras la madre de Sakura estaba afuera dándole cuidados a su enorme jardín. La ojiverde miraba con resignación la enorme pila de platos sucios sobre la cocina, la pizarra indicaba que le tocaban a ella ese día así que no podía hacer nada mas que comenzar a lavarlos, era la tarea mas desagradable de toda la casa, podría hacer cualquier cosa pero no la loza sucia era simplemente asqueroso. Seguía sintiendo curiosidad aun por saber quien vivía junto a ellos o quien era ese niño, recordó el ámbar al interior de sus ojos, resaltados por esas pobladas y enormes cejas, la miraba tan fríamente que volvió a sentir escalofríos, como podía un niño tener tan pésimo carácter, la castaña meneo la cabeza y rodó los ojos. -Como sea no volvería a verlo-.

SOULMATESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora