Planetarium

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El cielo  brillaba en la inmensidad del la bóveda estrellada sobre nosotros, la luz azulada de la luna se reflejaba en mi rostro mientras mi cabello se mecía al ritmo de las notas que llegaban hasta mis oídos del otro lado de la ventana.  La silueta de Syaoran se vislumbraba atravez de la tela traslucida de las cortinas haciendo que mi corazón se agitara, esta era la primera vez que yo quería tanto a alguien que deseaba con todas mis fuerzas permanecer a su lado y hacia que aquella unión con su corazón me asustara algunas veces.

Fije mi vista nuevamente en el firmamento y recordé que muy pronto  estaría lejos, muy lejos en alguna parte de este cielo. El fin del verano se estaba acercando y el hueco en mi pecho crecía aumentando mi ansiedad por la inevitable partida, las lagrimas se acumularon en mis ojos y sostuve mis manos contra el pecho pidiendo el único deseo que afloraba dentro de mi a aquella estrella fugaz en el firmamento.

Cuando el violín había dejado de sonar y pude percatarme que venia mas ruido de afuera, note a lo lejos las farolas brillantes alumbrar las escaleras del templo Tsukimine, recordándome las festividades de verano en la ciudad, tome asiento a orillas de la cama resignada a no poder asistir a los fuegos artificiales esta ocasión ya que mis padres estaban en Osaka arreglando los últimos detalles de nuestra nueva casa y estando a cargo de Touya, solo podía ser custodiada por el temible dragón de mi hermano. Suspire con cansancio y me dispuse a dormir con Ai Otsuka de fondo.

-Sakura...hey - La voz de quien llamaba con mis pensamientos sonó sigilosa de alguna parte cercana. La cabellera marrón de Syaoran corono de la marquesina de mi ventana sorprendiéndome por completo.

-Syaoran!! -Mencione en voz alta, mientras el ambarino frente a mi hacia señas con las manos forzándome a comprender que si no quería que Touya lo asesinara debía guardar silencio

 - Casi me matas de un susto Syao - Le dije en voz baja ayudándolo a entrar a la habitación y colocando el seguro por dentro.

-Hoy son fuegos artificiales en el templo, acaba de avisarme Dante, ¡Fuguemonos! - Menciono divertido

-Que!! 

-Seran solo un par de horas cielo, Fanren me ayudo a salir por la cocina ira por nosotros - Menciono sonriéndome mientras su mano acariciaba mi cabeza

-Por que  Fanren te ayuda a escapar? 

-Crees que Touya te dejara salir a las 10:30 de la noche, conmigo, solos, al festival y sin tus padres en casa. - Menciono alzando una ceja

-Nop! - Dije de tajo dándole la razón

-Los míos tampoco, así que bueno aquí estoy - Sonrió

Syaoran extendió sus manos frente a mi mostrándome la hermosa tela de un Yukata color rosa con flores de cerezo bordadas en su superficie.

-Es de Fanren estoy seguro de que va a quedarte, solo quiero ver los fuegos artificiales contigo amor, anda vamos si? - Recito con la las mas dulce y franca de sus sonrisas.

-Vamos  -Le dije sonriendole con complicidad y tome el Yukata entre mis  brazos  tirando de su mano para acercarlo a mi entregándole un dulce beso sobre los labios.

-No hagas eso cielo... - Su boca apenas se distancio de la mía recitando aquellas palabras y el beso se volvió mas profundo.

Las luces permanecían apagadas mientras sus manos se deslizaron lentamente por mis hombros, la tibieza de sus dedos se sintió al deslizar por mi espalda el cardigan que me cubría, mis piernas flaquearon pero se mantuvieran fuertes para sostenerme, la pequeña habitación se adorno con nuestras sonrisas posando en nuestros rostros, mientras sus profundos y dulces ojos color ámbar se derretían sobre el verde de los míos. Mi ropa comenzó a caer hasta el suelo y la timidez que me invadía me obligo a cerrar los ojos ante el contacto de su palma sobre mi vientre subiendo temblorosa hasta el borde de mi sostén, su dedo indice dibujo con ternura el contorno de mis senos, la respiración se me acorto y la contuve cuando sus labios se estamparon contra la piel desnuda de mi pecho, los dulces besos de Syaoran danzaron desde los montes sobre mi pecho hasta el hueco de mis hombros, subiendo despacio por mi cuello, mis oídos, mis mejillas y finalmente la comisura de mis labios. Me quede muy quieta esperando con ansias aquel beso que mis labios reclamaban y al no sentir mas su aliento contra mi, abrí los ojos buscando los de él, Syaoran me miraba de forma dulce y calma desde su posicion.

SOULMATESWhere stories live. Discover now