Albedrío

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Los sonidos de la batería y el bajo resonaron por toda la casa atravesando las ventanas hasta la calle, había encontrado un nuevo placer cuando cantaba,  el estruendo de la música recorría cada célula de mi cuerpo y de alguna forma lograba soltar todo el caos que habitaba en mi vida, algo sencillamente liberador. Mis labios se curvaron en una clara sonrisa cuando Eriol y Dante se unieron a mi formando una perfecta armonía. El bajo sonó en solitario mientras mi pierna seguía el ritmo, el micrófono alto bailo entre mis dedos y mi voz emergió nuevamente con energía.

Ropa oscura, pantalones rasgados y cabello desaliñado, toda esta locura de volverme un insubordinado a las tradiciones de la familia en un afán por poner  en vergüenza a mi padre frente al consejo teniendo por hijo a un músico. Aquella excusa estúpida es la que había dado a mi madre después de aquella tarde en  que lo descubrí. Cuando las peleas y los roces entre el y yo eran mas frecuentes y subidos de tono, le permití el pretexto perfecto para invocar el evidente divorcio entre el y quien fuera su compañera de vida, la causa...Yo.

Este escenario había generado grandes cambios en mi, no solamente en mi apariencia sino en mi espíritu, al fin era libre de tomar mis propias decisiones, elegir el rumbo de mi vida y dejar libre mi personalidad  sin temor a los limites de mi apellido. La partida de mi padre había sido una bocanada de aire fresco en mi vida y el punto de partida para realizar todos mis planes frustrados. Así que esto seria solo el comienzo...

 La música ceso de golpe cuando Yamazaki nuestro segundo bajista entro a la habitación de golpe.

-Lo convencí!! - Grito Yamazaki con un papel entre sus manos.

-¿Al señor Takashi? - Pregunto Eriol con los ojos expectantes.

-Imposible... - Menciono Dante para si mismo.

-!Si! Fines de semana, un par de horas, sin sueldo - Dijo Yamazaki extendiendo con emoción la hoja firmada  frente a nosotros.

-¿Le mentiste sobre Dante?  -Pregunte juguetón.

-Vamos Syaoran!! - Me dijo en tono suplicante.

-Es que no veo de que forma acepto dejarnos tocar en Cafe de Revés luego de que Dante se acostara con su hija y la dejara una semana después - Mencione arqueando una ceja en dirección de mi amigo.

- Hey, Hey ella dijo que le gustabas tu. Yo solo la deje libre de ir a tus brazos . - Sonrió maliciosamente mientras se metía un cigarrillo a la boca.

-Que considerado Dante. Por favor deja de enredarte con cada chica que vez. ¡Oh! a este ritmo jamas podremos tocar en ningún lugar de la ciudad gracias a ti y tus aventuras de una noche. -Mencione molesto quitando mi cajetilla de cigarros de sus manos.

Eriol se levanto de su sitio ignorándonos y acomodándose las gafas, rebuscando entre las partituras que teníamos con mucha insistencia.

Todos en el grupo estábamos emocionados y muy comprometidos con la idea de sacar adelante la banda, llevábamos meses tocando puertas y buscando una oportunidad por mínima que pareciera de darnos a conocer . Cafe de revés era la mejor de las opciones  ya que se había convertido en el principal punto de reuniones de Tomoeda, así que de ahí su importancia. Mi cabeza comenzaba a trabajar en las mejores opciones para ofertar al Sr. Takashi. Si tan solo Sakura pudiese estar aquí....

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