Ella era una adolescente aficionada a las novelas románticas, con un poco de cliché, estaba enamorada en secreto del hermano de su mejor amiga. Él era un completo desconocido, sin embargo, lo que no se sabía era que cuando conectaban miradas, sus mu...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
XV- Capítulo Quince. Happy Life
Siempre juntos-24 meses juntos
La vida es tu mundo sin pintar, viviendo los momentos felices le pintas el paisaje, viviendo los momentos tristes esta tiene sus cadenas, las cuales tú debes buscarle una llave, esa llave que tú buscas la tienes en tu corazón, mientras más odio des no permites el amor.
Han pasado varios meses. No ha sido nada fácil, he afrontado etapas fuertes, mi hermana ha sufrido más que yo, he vivido lo peor, me he sentido a punto de morir. Mi mundo estaba pintado. Tal vez esa era mi señal, ya todo lo vivía, y necesitaba estar con mamá. Estar sana era lo que más deseaba, lo que más anhelaba, una noticia era todo lo que necesitábamos mi familia y yo. Una buena, porque quizás si en los exámenes del día, anunciaban una noticia mala, me desgarraría el alma. Estar con Ángel, era mágico, momentos irrepetibles, irreparables, inexplicables, incomparables. Éramos juntos un dúo en aprendizaje. Ahora más que nunca, valoraba los pequeños momentos, los atesoraba, porque sin importar lo que tengas, lo pequeño que sea puedes perderlo en un solo instante. Los minutos para mí ahora eran oro. Mi hermana, mi familia, eran mi vida. Moría por volver a la universidad, allí me esperaban ya casi graduados, mis compañeros de estudio.
Las nubes grises habitaban en el cielo nublado, hoy teníamos que salir a la clínica, porque había que hacerme el chequeo para ver si había mejorado, o empeorado. Tuvimos que cubrirnos, incluso más que todo yo, con un par de abrigos, unos gorros y entrar al auto con mis botas de lluvia. Mi hermana manejaba con delicadeza, pues no queríamos otro accidente, resonaban en el auto las canciones del momento, mientras miraba por la ventana los truenos que caían, escuchaba la hermosa melodía, que en mis oídos resonaba, haciéndome pensar que todo mejoraba.
Entramos en el estacionamiento de la clínica. Allí ya había dejado de llover, mi hermana me ayudó a bajar, caminamos tomadas del brazo, a medida que íbamos avanzando se hacía ver en el cielo el sol, me llamó la atención algo muy hermoso, que tenía mucho tiempo no observaba en el cielo: Un arcoíris que resplandecía a lo largo del iluminado cielo, tenía rosado, rojo, azul, morado, verde y otros colores que no podía identificar. Entramos a la clínica, allí fuimos directo al área de exámenes de sangre, con la orden de la doctora para practicarme los exámenes. Sentí el pinchazo que ya se había vuelto bastante típico en mi vida diaria, pues casi siempre eran agujas por aquí y por allá. En dos horas, podríamos retirar los exámenes y saber mi estado de salud actual.
Fuimos a la cafetería, allí mi hermana y yo, desayunamos y conversamos acerca del clima. En mi mente, rondaba la posibilidad de por un lado salvarme, estar sana, poder vivir y ser feliz junto a los míos; y por otro lado la posibilidad de morir, irme con mi madre al cielo, reencontrarme con la mujer de mi vida. Pasadas las dos horas, tocaba el momento de saber la nueva verdad.
Me encontraba en el asiento de paciente de la doctora Méndez, una mujer muy dulce, al parecer había padecido Leucemia de pequeña y le había agradado la carrera, así que ahora era toda una profesional. Mis piernas temblaban pareciendo gelatina que se iba a derretir.
Bueno, chicas. Esto es un milagro, no pasa todos los días. Julieta eres un ángel de Dios. Está vivo de nuevo, el amor puro y sincero de Dios, nuestro señor se ha manifestado en ti. Eres una dulce adolescente en el camino del bien. Dejame decirte, que dentro de unos meses volverás para chequeo general de nuevo, para comprobar. Por ahora, permite darte un abrazó. -Mi voz estaba ahogada no se escuchaba, tenía un nudo en la garganta, no podía hablar, salían miles de lágrimas de mis ojos, me sentía feliz, en estado pleno, en satisfacción personal. La doctora me abrazó, y fue en ese momento, cuando recordé las palabras que mencionaba mamá en uno de mis sueños: no tengas miedo, que ya estas al final. , y también empecé a deducir, un tema que me tenía consternada desde que había llegado: las nubes se tornaban grises, oscuras, tristes para muchos, y hoy que apareció un hermoso, sublime arcoíris iluminado de esperanza, fe, ganas de luchar y vencer batallas, jamás antes vistas. El mundo se puede volver gris, por momentos te sientes ahogado, pero vienen tiempos mejores, tiempos de esperanza de alegría. Un constante cambio que tiene que ocurrir por una razón inexplicable.
Mi hermana se apresuró a abrazarme y besar mi frente. ∞Somos muy afortunados de tenerte Julieta, eres un ángel al igual que mamá ∞
Narra Tercera Persona.
De inmediato, al salir de la clínica. Llamó a su novio, le dijo que tenían que hablar. Llamó a Angelina y le repitió la misma frase. Los citó a las cinco de la tarde, en una heladería en la que frecuentaban. Fue a su casa, a sacarse la ropa sucia, se dio una ducha, se colocó cómoda con un vestido casual que no utilizaba desde hace muchos años, se sentía feliz, se colocó algunas joyas, unas zapatillas, rizó un poco su cabello y se maquilló nada más con polvo y un brillo labial, tomó su cartera y bajó las escaleras, le pidió a su hermana que si podía salir, ella asintió y la llevo hasta la heladería.
Cuando ya llegaron, ella le dejó privacidad, quedaron en llamarse para que la buscara o avisarle si la llevarían. Se sentó a esperar en una mesa para tres, en minutos se encontraban ambas personas citadas, allí. Ambos la abrazaron, le dieron un beso en la frente. Entre los tres se sentía una paz intensa, un respiro que no habían experimentado hacía mucho tiempo, todos se sentían bien con ellos mismos, se sentían a gusto, juntos.
Bueno amigos, tengo noticias.-Apuntó e hizo una cara seria, Julieta.
¿Qué ocurrió?-Dijo Ángel con cara de seriedad, como si fuese el tema más interesante. Aunque para él si lo eran, su novia y su enfermedad.
Queridos, he vuelto a la vida, estoy más sana que nunca, estoy.... –Su novio no la dejo ni terminar, se apresuró a besarle y abrazarla. La rodeó de besos, mientras que Angelina solo lloraba melancólicamente y la abrazó cuando el muchacho la había dejado. Pasaron la tarde, compartiendo anécdotas y recordando la vida. Sintiéndose unidos de nuevo, felices de tenerse sanos y en paz.
