Ella era una adolescente aficionada a las novelas románticas, con un poco de cliché, estaba enamorada en secreto del hermano de su mejor amiga. Él era un completo desconocido, sin embargo, lo que no se sabía era que cuando conectaban miradas, sus mu...
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XVI- Capítulo Dieciséis. Clímax- +18
Cumpleaños número veinte. El sol resplandecía más que nunca, había llegado el día que Ángel tanto esperaba. El cumpleaños de su novia. Un día como ese, le quería dar el más hermoso de los regalos.
Julieta despertó en medio de sus cortinas abiertas, ya había regresado a la universidad, llevaba un año y nueve meses, a punto de terminar el semestre. En cinco meses se graduaba, ya había empezado a trabajar en una célebre clínica de Fisioterapeutas, le iba bien, porque podía compartir el tiempo con su familia, su novio, su mejor amiga y con su carrera lo más importante en la vida. Agradeciendo un día más de vida, a Dios despertó Julieta. Se colocó sus pantuflas y se miró en el espejo de su baño, se encontraba con los ojos y el cabello más hermoso que nunca, se dio una ducha, y sacó una ropa que quería estrenar en una ocasión especial, y un día como el que era su cumpleaños, era una de estas ocasiones. Se miró en el espejo, y sonrió para sí misma, estaba radiante, aplicó un poco de perfume, llevaba un vestido rojo hasta las rodillas con escote por delante bastante pronunciado y por detrás su espalda toda descubierta, se colocó una ropa interior bastante sexy, sus tacones de plataforma nuevos plateados, su anillo, sus pulseras de plata, unos zarcillos que eran de su madre y su nuevo collar preferido el corazón partido que tenía la otra mitad, Ángel; un regalo romántico.
Bajó las escaleras, allí la esperaban todos para ir al restaurant privado, donde tendrían una cena y después tendría una cita con Ángel, a solas.
La cena se tornó bastante animada, recibió un par de regalos, unas cartas por parte de sus sobrinas, una cámara por parte de su cuñado y muchas otras cosas. Cuando fue bastante tarde, a eso de las nueve de la noche, todos se fueron retirando, Ángel y Julieta se retiraron en su auto, nada más estaba el silencio de la música, ya que ninguno de los dos, sabía qué decir. A Julieta se le fueron vendados los ojos, y Ángel la llevó despacio por un sendero de rosas rojas, hasta subir unas escaleras y llevarla a su nuevo apartamento en la ciudad. Le quitó el vendaje morado, y al ver su sonrisa, susurró algo en su oído: Cielo, quiero que este sea el momento de hacerte el amor, si no estás preparada, lo entenderé.
Él fue muy claro y para ella eso era primordial que ambos fijaran metas, y estuviesen de acuerdo de que si a ella no le gustaba, no lo hicieran. Ya con tres años y cinco meses de noviazgo, ella asintió. Él empezó recorriéndole un sendero de besos bastantes apasionados por su cuello, su espalda descubierta, a ella se le erizaron los vellos, él lo pudo sentir; siguió su camino de besos por donde estaba desnuda, comenzaron dejando sus prendas al aire y todo fluyó.
Vaya, pero tú sí que eres espectacular-Mencionó él y le dio un beso adentrándose sus lenguas, ambos extasiados, siguieron dejándose llevar.
Le soltó el nudito del vestido que llevaba atado, al soltarlo quedó impactado por lo hermosa que era. Estaba nerviosa, él la hizo sentirse más calmada, besando su frente. Sus pechos al aire, sus bragas más sexys en frente de él. Cuando ya estaban ambos solo con unas bragas sexys y un bóxer con bastante erección. Él se levantó para colocarse el preservativo, ella sonreía, mientras él hacia la acción. Él se adentro en ella, despacio, sin premura, sintiéndose felices el uno con el otro. Dejándose llevar como si no hubiese algunos asuntos más importantes.
Quedaron sudorosos y totalmente dormidos, abrazados y sintiendo el aroma tan especial que emanaban juntos.
