Vamos, vamos, baja despacio, sin caerte. Miré a mi alrededor mientras aferraba mi starbucks con la mano derecha mientras con la izquierda sujetaba aquella barandilla como si mi vida dependiera de ello.
Y lo hacía.
Era nueva en la ciudad, en el país, y no me apetecía estrenar mi primera navidad en Nueva York cayendo alrededor de la mas famosa pista de patinaje sobre hielo.
Sonreí orgullosa cuando conseguí llegar.
- Sana y salva.
- ¡Joder!
Me giré para ver como un hombre seguía blasfemando mientras se levantaba del suelo. Me acerqué a él mientras los neoyorkinos pasaban como si no pasara nada.
- ¿Te dolió?
Él alzó la vista inmediatamente y se intensificó en mis ojos.
- ¿Si ha dolido el qué?
Se acercó a mi y yo di un paso hacía atrás por instinto, chocando contra el muro. Él se acercó más y pude ver como su cara me sonaba haberla visto antes. Su rostro quedó a centímetros del mío, provocando que su aliento erizara mi congelada piel.
Por Dios, este hombre no tenía respeto por el espacio personal.
- Déjame adivinar... -su mano subió hasta tocarse su labio inferior sin apartar su mirada de la mia- ¿si me dolió cuando caí del cielo?
Y me encuentro paralizada, por un completo pero jodidamente sexy extraño en mis primeras navidades. Mi cabeza daba vueltas tratando de saber donde le había visto antes mientras la cercanía de su cuerpo me empujaba contra la pared para intentar tener espacio.
- No... -miré a mi izquierda, donde se encontraban los escalones- te he visto resbalarte en ese último escalón por culpa del hielo y he pensado en que debió dolerte porque sonaba doloroso, y luego te he visto tirarte el strabucks encima y tratar de limpiarlo justo antes de que te levantaras y se escuchara el sonido de algo romperse. ¿Fue tu ropa interior? ¿Se ha roto tu ropa interior?
Él me mira justo antes de romper a reír, sin dejar de arrinconarme, se agacha hasta mi oído y susurra.
- No fue mi ropa interior, cariño... no llevaba ninguna.
Y diciendo eso, se separó y se fue, dejándome completamente alterada mientras observaba como se marchaba evitando las escaleras.
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