Sonreí hacía mi pantalla mientras aceleraba por los pasillos de la comic con, con mi manager pisándome los talones.
- Ya que estás aquí, podemos hacer algún panel.
No levanté la vista de mi móvil.
- Solo he hecho un hueco para ver a mi novio.
- Lo se, pero te van a ver los fans y deberías estar rodando.
Suspiré.
- Está bien, después de ver a Seb, puedo hacer firmas o algo. ¿Crees que me dará tiempo?
- Tienes seis horas hasta tu próxima escena.
- Perfecto -murmuré.
Miré mi pantalla para contestar al siguiente mensaje de Seb.
Nena, ojalá estuvieras aquí.
Lo siento cariño, tengo que rodar.
¿Puedo ir a verte en cuanto termine?
No me van a dar permiso para parar.
¿Entonces tengo que esperar otro mes para tenerte en mi cama?
Supongo que si...
Aunque si aceptaras vivir conmigo como te pedí, sería nuestra. Voy a salir a comer, te hablo en cuanto llegue. No olvides que te echo muchísimo de menos y me muero por verte.
Alcé la vista y miré a mi manager.
- Va hacía la salida.
Ella se dio la vuelta y yo la seguí unos cuantos pasillos mas allá, provocando que fans me vieran y comenzaran a gritar, lo que atrajo a Seb.
Salió saludando hasta que siguió la mirada de los fans y me vio.
- ¡YAAAAAAAS!
Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.
Reí y corrí hacía el por los pasillos cubiertos de seguridad. Me lacé a sus brazos y él me pegó a su cuerpo.
Noté su risa y como inspiraba mi colonia.
- Te tengo -dijo con una risa sin soltarme.
- Siempre.
Moví mi rostro unos centímetros, gesto que él aprovechó para besarme.
- Hola a ti también -dije con una sonrisa mientras sus labios seguían pegados a los míos.
- Hola -murmuró.
Nos separamos por los gritos emocionados de los fans y por las decenas de flashes que nos asaltaron.
- ¿Puedo ir a comer con vosotros? -dije viendo como Evans le estaba esperando.
- No.
Se giró y le gritó a Chris.
- ¡Nos vemos luego!
Me cogió de la mano y me llevó entre pasillos sin que yo entendiera nada. Entramos a la pequeña habitación que tenía reservada él para los tres días de convención.
- ¿Por qué no puedo comer con vosotros? -dije molesta.
- Porque te voy a comer a ti -replicó envolviendo mis piernas en su cadera.
