Cap. 26

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26.

Había pasado una semana desde el último ataque de pánico en el que fui a caer a un hospital por la insistencia de Liam.

Generalmente no iba a parar al hospital, no necesitaba atención medica inmediata, no mientras cargara conmigo la medicación inyectada que me habían prescrito hace años. Era mi mejor amiga antes y, al parecer, volvía a ser mi mejor amiga ahora.

No hasta el viernes en la noche, cuando todo pasó.

Veíamos una película... Quiero decir: Geneden y yo veíamos una película mientras Liam no paraba de revisar contratos y hacer un par de llamadas imperiosas. Generalmente Geneden me pedía que le ayudara con algunos deberes, pero esta vez estábamos tan machacadas que no pudimos hacer demasiado.

La noche prometía ser una velada tranquila. Pero ni siquiera la vida cumple sus promesas siempre.

Un puño chocó contra la puerta principal sobresaltándonos. Miré a Liam, quien de inmediato levantó la mirada desde la mesa principal a la distancia. Cuando su mirada cruzó con la mía, me dejó saber que realmente no esperaba a nadie.

Un nuevo golpe nos hizo sobresaltar, esta vez más fuerte que el anterior.

Apenas Liam se puso de pie dejando el móvil de lado, la puerta se abrió y uno de los guardias cayo dentro atado de las manos, con una mordaza e inconsciente. Su cara amoratada apenas permitía que le identificáramos como el guardia de la entrada principal.

Geneden y yo nos pusimos de pie y mientras Liam se acercaba con velocidad y paso decidido. Cuando una sombra imponente le siguió al cuerpo del guardia, coloqué el pequeño cuerpo de Geneden detrás de mí por puro instinto.

Cuando la sombra de convirtió en una persona y esa persona sonrió con sorna, mi respiración se cortó y el miedo corrió por cada fibra de mi cuerpo. Estaba paralizada.

William Villeé.

Podía sentir como poco a poco el aire comenzaba a faltarme, tenía tanto miedo que me habría derrumbado si de pronto no hubiera recordado que había alguien más en esa habitación. Geneden necesitaba salir de ahí.

Will alzó ambas manos al aire en dirección a Liam y sonrió.

—Tranquilos, vengo en paz —miró al guardia inconsciente —, bueno, con él no.

—Geneden, ve a tu habitación —conseguí decirle.

La mirada de Will cayó sobre la niña, quien le miraba desafiante, con una fuerza que yo jamás habría podido sacar frente a Will.

—Oh, Geneden, al fin te conozco —La sonrisa alegre de Will me daba náuseas—. Sé todo sobre ti, en realidad soy un gran admirador de tu talento —advirtió en mi dirección —. Felicidades por lo de Julliard, por cierto.

Conocía a Will lo suficiente como para poder detectar una amenaza cuando la hacia. Y esa era una.

—Geneden, ve a tu habitación —ordené una vez más.

—No te voy a dejar...

—Geneden ve a tu habitación —ordenó Liam con una dureza y autoridad que jamás había escuchado en su voz. Un escalofrío me recorrió la espalda, su dureza me recordaba a la de los comandantes mayores en la escuela militar, lo cual no ayudó a disipar los recuerdos de Will en lo absoluto.

Geneden me miró suplicante.

Asentí. —Estaré bien.

«Llama a la policía» susurré demasiado bajo para que solo ella pudiera escucharme.

Lucky Love (LR #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora