Cap. 62

13.9K 1.6K 312
                                    


La estaba asfixiando. Podía ver cómo la vida se le escapaba poco a poco. Sus ojos se cerraban lentamente, sus manos se habían rendido, no intentaban detenerme más.

Nadie iba a detenerme.

Sabía que podía matarla.

Quería matarla.

Presioné con más fuerza, deseosa de llegar al clímax de mi primer asesinato. Nunca había deseado con tanta fuerza quitarle la vida a alguien y ahora que podía hacerlo no quería detenerme. Estaba tan cerca.

Entonces escuché su risa.

Will estaba arrodillado junto a nosotras, mantenía la mirada fija en Irina, aunque después de unos minutos ella se cansó de suplicarle con la mirada y se abandonó a la muerte. Él no iba a detenerme y, por la forma en la que me miraba fascinado, tampoco quería hacerlo. Saber que Will deseaba aquello incluso más que yo, me hizo ceder. Luché contra mi cordura, me forcé a liberarla de una vez, a pesar de que me sentía como un león hambriento que, de la nada, tiene que dejar a su presa.

Pero antes de hacerlo intenté liberar mi fuerza alzándola un poco solo para lanzarla fuerte contra el suelo otra vez.

Will maldijo entre dientes y golpeó el suelo con el puño.

—No merece morir —escupí con veneno, limpiándome la sangre de la boca con el dorso de la mano—. Ninguno de ustedes lo merece. Es un castigo demasiado noble... —Me acerqué a él y lo encaré por primera vez en todo el tiempo que tenía presa en su maldito subterráneo—. Y yo no voy a tener compasión.

Will sonrió.

—No trates de escudar tu cobardía en falso valor. Todos sabemos que nunca has tenido las agallas para hacer algo que no haría tu padre, más ahora que decidiste casarte con su clon, Liam y él son tan parecidos que debería enfermarte estar cerca de ambos.

—Sabes, Will, Irina y tú se merecen el uno al otro...

No pude continuar porque su mano se ciñó sobre mi cuello y rápidamente fui apresada contra la pared.

Podía defenderme, sabía que podía hacerlo y probablemente incluso lograse liberarme, pero no tenía ni gin sentido luchar, nunca terminaría, no con más de diez hombres cuidando lo siempre, dispuestos a intervenir cuando su "Capitán" se viera en aprietos.

—Yo no soy como el imbécil de Liam, Luce, yo puedo matarte sin sentir nada, puedo hacerlo sin ningún problema, así que te aconsejo que no me hagas perder la paciencia porque ya lo estás logrando y no quieres verme enojado.

Pues al parecer estaba viendo su lado feliz y amable. Qué joya.

Cuando me liberó intenté salvaguardar mi orgullo y no tomar grandes bocanadas de aire, pero fallé un poco.

Unos soldados de llevaron arrastrando a Irina cuando la puerta se cerró detrás de Will. Nuevamente quedamos solos 363 y yo.

—He conocido a gente estúpida, pero tú superas las expectativas —masculló molesto, dejándose caer sobre la silla al frente de mi cama.

—Pues cuando quieras —respingué antes de dejarme caer sobre la cama.

No podía quitarme de la cabeza la imagen de Liam en ese sucio subterráneo. Era mi única esperanza de salir con vida y ahora está a igual de atrapado que yo. No había podido verlo en dos días enteros y Will no parecía muy dispuesto a dejar que eso cambiara dentro de poco.

Por primera vez en todo ese tiempo debajo, sentí sola.

—¿Ya estás llorando otra vez? Hace unos minutos te creí más fuerte, casi matas a alguien...

Lucky Love (LR #3)Where stories live. Discover now