Lucky Love (LR #3)

Cap 28

28.

—Todo este tiempo, desde que te conocí, sólo pensaba en ti, no podía dejar de hacerlo —confesó. Tomó un mechón de su cabello, que ahora parecía mas opaco y sonrió—. ¿Estas botas le gustaran a Liam? ¿Si uso estos pantalones, Liam notará que estoy gorda? ¿Realmente seré tan fea como dicen las revistas? —soltó una carcajada— La mejor era: si me esfuerzo por conseguir una cintura más pequeña seguro puedo encajar en su mundo...

Cerré los ojos ante la pena. No había sido mi intención que ella se sintiera así jamás, no sabía cuanto daño le hacía, no sabia todo lo que vivía dentro de su cabeza día con día.

—No tenías que hacer eso.

—Liam, por favor no me interrumpas —silenció con diversión—. Ser tan guapo no debería de darte el derecho de pisar a las personas ¿o sí? —Entonces su sonrisa desapareció— Lo hiciste conmigo, me pisaste tantas veces...

—Luce...

—Cierra-la-maldita-boca —ordenó despacio, bajo y con mucha convicción—. Es tu turno de escuchar.

¿Dónde estaba mi Luce?

¿Quién era esa mujer frente a mí? Nunca sentí tanta nostalgia como en ese momento.

—Will tenía razón —sonrió con altivez— todo este tiempo he estado pensando tanto en los demás, antes de hablar, antes de actuar, pensaba en todos menos en mí ¿y de que ha servido? Mis padres me odian...

—Tus padres no te odian...

—¿Y donde están ahora Liam? —retó— ¿los ves en algún lado? Yo no los he visto, no he recibido sus llamadas, no han ido a buscarme y ellos saben que hay un problema ¡Todos en este maldito mundo saben que hay un problema! —gritó— ¡Todo el mundo tiene una televisión! La mitad de la prensa está buscándome y ¿sabes que hace la otra mitad? Están inventando historias sobre mi paradero —rió— ¿Sabías que fui a China a operarme las piernas? Al parecer quería hacerlas mas delgadas.

Cerré los ojos nuevamente. Se estaba volviendo una costumbre pero era mi manera de evadir la realidad. Los medios, las cámaras, las redes sociales, nunca me imaginé que pudieran afectarle tanto. Quizá porque nunca había salido formalmente con una chica que no estuviera acostumbrada a esa vida.

—Eso no es todo, he soportado, las mentiras de la prensa, de mi estúpida hermana y sobre todo, las mentiras de la perra de tu madre —encaró con tanto odio en la mirada, que me era difícil apartarla de ella. Quería buscarle, quería reconocer a la mujer que tenia frente a mí, quería estrujarla hasta que mi Luce tomara el control nuevamente.

Pero sabía que ella necesitaba esto. En el fondo siempre lo necesitó.

—¿Y que es lo que he recibido? Dime que es lo que tengo ahora —retó con una sonrisa dolida— Nada. Yo no tengo nada y ellos lo tienen todo.

Me dolía verla así, me dolía saber que el mundo la había destruido tanto y sobre todo, me dolía saber que yo había sido el detonante de todo ese dolor.

—Pero eso ya no importa —aseguró paseando el índice por el borde de mi mandíbula. Su tacto frío—, eso ya no importa porque ahora voy a escucharme a mí.

Cuando dedo llegó a mi labio inferior no pude hacer mas que escuchar el latido rápido de mi corazón. Bombeaba con fuerza, con desesperación. Nadie jamás había tenido ese poder sobre mí, era yo quien usaba esos trucos y me reía de ellos. Ahora entendía el efecto.

Me miró como si fuera estúpido. —Sé que quieres esto tanto como yo.

Entonces su pecho choco contra el mío y, sin pensarlo un segundo más, sus labios se unieron a los míos reclamando un terreno que ya le pertenecía.