Cap. 47

18.5K 2K 929
                                    

47
Paseo por Hallstatt

Abrí los ojos.

Junto a mí esperaba encontrar a un asombroso par de ojos exóticos, pero en cambio, lo primero que encontré en mi noche de bodas fue la soledad de una almohada estratégicamente colocada a mi lado. Cómo si fuera un bebé que necesita sentir un poco de presión que similara compañía para dormir en paz o no caerse de la cama.

Me quedé un buen rato contemplando el techo de la habitación. Era un hermoso acabado de madera, pero no parecía ni siquiera un poco viejo o descadente, en realidad era un diseño maravilloso. Me sentía como dentro de una de esas películas de Disney en un pueblo tan pequeño, tan rústico y tan hermoso.

Las montañas parecían custodiar a la ciudad y los rayos del sol se reflejaban sobre el hermoso lago. Y pensar que la noche anterior el lago me había asustado más que nada.

Justo cuando estaba por ponerme de pie para buscar a Liam, apareció en la puerta principal con una pequeña bandeja de comida.

Ay, mi Dios.

Liam sonrió abiertamente y entró de lleno en la habitación.

Eran un par de huevos estrellados con dos vasos de jugo natural y una pequeña tira metálica.

—Woah, tómalo con calma —me advirtió Liam cuando intenté sentarme y una mueca de dolor se me escapó.

Bueno, había sido una noche... Interesante... Está bien, existían un montón de términos para poder describir esa primera noche, pero ninguno podía hacerle justicia.

Y mi cuerpo podía ser un testigo fiel de ello.

Ignorando la tensión de mis músculos, apreté la sábana fuerte contra mi pecho y me senté de espaldas a la cabecera a de la cama.

—Sí, no sé por qué pensé que lo harías —se dijo a sí mismo.

—Yo iba a hacer el desayuno. —Señalé el desayuno que él había preparado... O al menos eso era lo que quería pensar.

—Sí, bueno, a la 1:30 ya no cuenta cómo desayuno —descartó con un movimiento de la mano.

Abrí los ojos como si de alguna forma eso pudiera ayudarme a entender mejor mi realidad.

—¡¿La una?!

—Sí, fue un día bastante ocupado...

Me llevé una mano a la frente, buscando rasgos de enfermedad.

—No puedo creer que haya dormido tanto.

—La verdad es que anoche no dormimos tanto, así que... —Tomó con la mano un trozo de clara y lo comió.

No estaba segura de qué me sorprendía más: que Liam estuviera usando las manos como cubiertos o que realmente estuviera frente a mí, hablando de nuestra noche de bodas. Cualquiera de las dos situaciones eran un tema bizarro para asimilar.

Mi mirada cayó de lleno sobre sus manos. Esas manos que la noche anterior me habían mostrado sus mil usos. Usos que ni siquiera había imaginado que podían tener.

Al parecer mis pensamientos eran claros como el agua del algo, porque Liam no lo dejó pasar.

Sonrió abiertamente.

—Luego —prometió—. No creo que sea tan divertido hacerlo ahora.

Arqueé una ceja.

Liam tomó otro trozo de clara cocida y se encogió de hombros como si hablar de tener sexo fuera tan natural como hablar del clima. Quizá lo fuera para el resto del mundo, pero yo todavía estaba saliendo de mi coraza a la realidad.

Lucky Love (LR #3)Where stories live. Discover now