última vez ⇝ spencer reid

⇝tres

Era un lunes en la tarde, Liberty se encontraba sola haciéndose la misma pregunta de siempre: «¿En qué fallé?» pasarían semanas sin poder encontrar una respuesta clara. Un suspiro de angustia pasó por su boca y no dijo más. 

Ella solo se centraba en salir de casa cada que pudiera y no pensar en Spencer. Su nombre le producía ganas de llorar, y un revuelo en su estómago, por eso Lib agradecia que él no estuviera hoy.

Del otro lado del país, en Texas, muriendo del calor se encontraba la UAC resolviendo otro caso de homicidio. Hotch fue el primero en notar algo raro en Reid, en pocos meses todos lo hacían pero ninguno se atrevía a preguntar aunque Álex lo había visto hablando por telefono, y no con su actual novia, sino con otra chica. 

En un momento de volver a la morgue, Blake y Spencer se encontraban en un mismo auto y les quedaba un gran recorrido. Álex conocía a la prometida de su compañero, pero sabía que las llamadas en medio del trabajo no eran para Liberty, así que abrió su boca una y otra vez pensando en que decirle, hasta que consiguió las palabras adecuadas. 

─Spence ─lo llamo. Él volvió a verla, dejando de mirar la carretera un momento, iba manejando─. ¿Podemos hablar? 

─Claro... ¿Qué pasa? ─La agente no podía descifrar su expresión, pero sabía que no queria hablar.

Tomó una bocanada de aire, y prosiguio─: ¿Cómo está Liberty? No la he vuelto a ver.

─Bien ─mintió. Ella estaba destruida, y la oía llorar en la noche─. Probablemente no la vuelvas a ver ─admitió, su mirada se hizo más relajada y sus labios formaban una línea recta.

Álex ya se estaba imaginando por qué, pero de igual forma preguntó en silencio. Spencer entendió, así que hablo:  

─Creo que tenemos la confianza necesaria para decirtelo ─suspiro un poco─. Hace algunos meses, conocí a una chica sin quererlo. En ese momento le había pedido la mano a Lib, pero algo me hizo arrepentirme cuando empecé a hablar diariamente con Maeve, la chica que conocí ─aclaró innecesariamente─. Así que, hace unos días Liberty lo supo. 

No se imaginaba que esas cosas podrían pasar con el genio, pero lo entendió. No decides a quien amar, y si fuera así, Reid seguiria con su Liberty.

─Comprendo ─asiente con la cabeza─. Deberías aclarar aún mejor las cosas con ella. Sinceramente, lamento el hecho de que suceda todo esto ahora.

Es lo último que dice la agente. Un silencio llena el coche, no es algo incomodo sino reflexivo, el joven sostiene con fuerza la manivela, dentro de sí, su cabeza se lleno de preguntas y cosas que debería analizar con calma. 

Necesitaba comprensión, y su amiga se la dio. Su pésame estaba en él, y yo sentía indiferencia.