⇝dieciséis

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Había pasado ya un tiempo desde que Liberty había vuelto a saber algo de Reid, eso la había mantenido tranquila y alejada de bastantes dolores de cabeza, sentía que había empezado a vivir nuevamente, salía con sus nuevas amigas y de ves en cuanto trataba de tener citas pero no estaba muy interesada por el momento, decidió mejorar su salud y hacer ejercicio regularmente, parecía que las cosas habían cambiado totalmente.

La castaña suspiró y se relajo en su sillón, tenía su computadora sobre las piernas y un peinado un poco desaliñado, era domingo así que se pudo dar un maratón de su serie, una escena romántico se reproducida en la pantalla, tomó sus manos y una sonrisa apareció en su cara.

─Te amo ─decía el personaje principal frente a la protagonista.

─¡Dile que también lo amas, ay! ─sostenía sus manos con firmeza, sin despegar ni un segundo su mirada.

─Yo también te amo ─la pareja de la serie se acercó para besarse.

Liberty se encontraba llena de felicidad, ¡había esperado tanto por esta escena! Sentía tanta ternura viendo cosas así, el romanticismo le llenaba el alma pero a la misma vez dolía, ¿quién no quisiera tener a un novio detallista y tan perfecto como lo era el protagonista de su serie? Le hacía recordar muchas cosas, y más cuando veía algunas novelas acerca del desamor, pero tenía claro que no necesitaba a nadie para sentirse feliz, y era algo que se demostró a si misma después de separarse de Spencer.

(...)

Secó su pelo y se maquillo un poco, usaba sus zapatillas favoritas y un nuevo vestido, eran al rededor de las 4 de la tarde y se dirigía a salir con sus amigas, una de ellas había terminado con su novio así que todas iban a animarla bebiendo un poco.

─Si soy honesta, estoy mejor de lo que esperaba. Ayer sentí que iba a morir, pero gracias a ustedes me siento tan bien ─sonrió.

─No es nada, Adri ─le tocó su hombro y le dió una grata sonrisa─. Vas a estar bien.

Adrianna y Megan eran compañeras de trabajo de Liberty, aunque no trabajan en el mismo departamento aun así se llevaban muy bien. Después de unos cuantos tragos, no solo estaban pasándola bien sino que estaban un poco ya borrachas.

─Y dime cómo hiciste tú, Liv. ¿Cómo lo olvidaste? 

─Adri, no tienes que obligarte a olvidarlo, eso sucede al tiempo. ¡El tiempo lo sana todo! ─se rió y tomó el alcohol que había en su vaso.

Llevaba mucho tiempo sin tomar y aunque si se sentía borracha, no tenía otra forma de irse a casa que no fuera manejando a su casa, así que intento relajarse y llegar sana a casa. Cerró su auto y camino para ir a su apartamento, el pasillo era demasiado oscuro así que fue difícil encontrar sus llaves, una luz se podía ver cerca, justamente en su puerta.

«¿Qué rayos?», pensó mientras enfocaba a la persona que estaba ahí.

─¿Maeve? ─preguntó.

última vez ⇝ spencer reidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora