⇝diez

4.7K 348 57
                                    

⇝Meses antes.

No había nada que llenará más de felicidad a Spencer que llegar a casa y ver como Liberty lo esperaba soñolienta en el sillón de la sala, con una manta y el televisor prendido.

¿Cómo podía esperar a alguien como él?

Llevaba meses que se miraba escondido con su nuevo amor, y aunque sé arrepentía siempre que volvía a casa, nunca dejaba de hacerlo.

—¡Cariño! —alzó la voz feliz de verlo, sonreía emocionada y con los ojos brillantes—. ¿Acabas de volver de Minnesota?

Era tan inocente...

—Sí, acabo de bajarme del avión y viene corriendo a verte —mentía, y sin vergüenza le besó la frente.

Había vuelto hace dos días. Había estado dos días con Maeve. Le había vuelto a mentir a su novia.

—Me alegro de verte —le volvió a sonreír y se levantó un poco únicamente para abrazarlo—. Te amo.

Algo dentro de Reid se sintió diferente, era algo tan extraño que no se parece jamás a lo que una vez sintió.

—Yo también te amo —un poco seco fue, pero a Lib la convenció y se sintió amada.

Era feliz viendo como su novia vivía en una mentira, mientas él era triste por formar otra.

—¿Vamos a dormir? —pregunto él, estaba cansado sin saber porque y solo quería quitarse la corbata.

Ella, con delicadeza y soñolienta se levantó despacio del sillón, arrastró la cobija y apagó el televisor siguiendo a Reid. Su novio y prometido, que aunque no se daba cuenta: de ella ya no era.

Ambos se tiraron a la cama de espaldas, quedando uno al lado del otro.

—Deseo dormir cien años —suspiro, cerro sus ojos y el sueño empezó a surgir dentro de él.

Liberty se levantó para acomodarse entre las sábanas, lo único que deseaba en ese momento era dormir junto a él.

Spencer quito toda su ropa y miraba el armario para buscar una pijama—. ¡Eh! —trato de llamar su intención con su voz chillona—, no te pongas nada, quiero dormir sin mucha ropa contigo.

No se refería a tener sexo, ni mucho menos a caricias tontas. Ella quería dormir sintiendo el calor natural de su novio, estar tranquila admirando su imperfecto cuerpo (porque lo amaba fuera como fuera).

Se acerco a la cama con los vellos erizados, tenía frío pero las sábanas y el cálido corazón de su novia le dio calor. Ella quito sus pantalones de cuadros, quedando con su camisa holgada y su par de medias naranjas.

Estaba resguardando muchas cosas, y odiaba mentir, pero aún no podía despegarse de ese sentimiento que le hacia sentir Maeve, ¿por qué pensaba en ella ahora? ¿Por qué lastimaba a alguien por su felicidad?

—Me siento a gusto —dijo en un pequeño suspiro, ella acomodo su pelo y abrazo un poco más a el doctor.

—Estoy feliz al escuchar eso, pasamos muchas noches sin sentirnos así, ¿no? —hablo la mujer, tenía los ojos cerrados y con una sonrisa en su cara.

—Así es, pero ahora estamos aquí.

Ninguno de los dos hablo más, Spencer intento dormir viendo como su novia lo hacía. Estaba perplejo ante el respirar de Liberty, parecía llegar a algún punto de paz en sus sueños mientras él, cansado y frustrado, no hacía nada. Solo mentía.

Era un mentiroso justificando sus acciones por amor, y sabía que los problemas no tardarían en llegar. No valía de nada ser inteligente ahora, porque el amor te ciega.

"La libertad se escucha cuando un corazón se rompe, se quiebra en pedazos y en eso, intentas volver a unirlo."






(¡Feliz año nuevo!)

última vez ⇝ spencer reidWhere stories live. Discover now