última vez ⇝ spencer reid

⇝diecisiete

─¿Qué haces aquí a esta hora y por qué sabes dónde vivo? ─Liberty más que confundida estaba un poco sorprendida, ¿cómo sabía dónde vivía?

Ignoró esas preguntas cuando Maeve contestó, se levantó del suelo y le iluminó la cara para verla mejor, sus ojos parecían un poco rojos como si hubiera dado un paseo con humo.

─Lamento estar aquí a esta hora, pero Spencer y yo acabamos de terminar oficialmente.

Cuando la mujer dijo eso, mi corazón se detuvo por un momento, ¿qué acaban de qué? Liberty se sintió de la misma forma, sus ojos se abrieron y su ceño se relajo, sabía que se sentía terminar con alguien y con la cara que tenía Maeve, sabía que tampoco lo había disfrutado.

─Oh dios mío, vamos, entremos ─abrió la puerta y encendió las luces─. ¿Café o té?

─Leche, caliente por favor.

Maeve estaba sentada en el sillón de la sala de Liberty mientras ella llevaba la taza de leche que le había pedido, se seguía sintiendo un poco borracha pero no tanto como antes, la situación que ahora estaba pasando la hizo despertar.

─Perdón por haber venido así, pero no tenía a nadie más ─tomó un sorbo de su leche.

─Tranquila... ─pensó unos segundos en qué decir─: ¿Qué fue lo qué paso?

Maeve suspiró─. Desde el inicio supe que algo que no estaba bien y cuando llegaste lo pude confirmar, Spencer me lo confeso y me sentí mal por ti, por mi y por haber confiado tanto en él. Intenté volver a sentir bien con él, porque ahg, yo pensé que nos amábamos de igual forma, pero no pude dejar de pensar en lo que había ocurrido, creo que él lo tomó y simplemente decidimos dejar de continuar con esto.

Cuando la castaña hablaba, parecía no querer ver a Liberty a la cara, supongo que le daba vergüenza y sentía como toda la culpa era de ella. No solo porque amará mucho a Reid, tenía que quedarse, había destruido a una mujer y el amor de la otra empezó a desvanecer.

─Entiendo, fue la mejor decisión para ambos... tienes que pensarlo así ─intentó sonreír.

Se había quedado sin palabras, ¿qué podía decirle? Las personas superan sus relaciones de manera diferente, y palabras de aliento no siempre funcionan, después de perder a alguien, sientes que te perdiste a ti misma, pero en realidad nunca te fuiste y eso era algo que Liberty terminó aprendiendo.

─Si soy honesta, cuando estuve en tu misma situación, las primeras noches me mataba pensando en que solo quería un último abrazo, un último beso, una última cosa que me permitiera sentir que él me amaba ─empezó a sentirse un poco desanimada cuando decía esas palabras─, pero sabes, si de verdad hubiera tenido corazón para ti o para mí, ninguna de las dos estaría hablando ahora misma. 

─Me equivoqué tanto ─sostuvo la taza fuerte y empezó a llorar sin poder detenerse.

Su corazón estaba lleno de culpa, de rencor, de dolor, tenía que llorar para poder sacarlo todo. Un corazón lastimado siempre vuelve a sanar, y aunque Maeve parecía que iba a morir de toda la pena que sentía, solo se aferró a sí misma.

¿Quién era Reid para hacerla llorar?