Capítulo 10

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Samantha

El que Anthony estuviera sentado en la mesa esperando a que le sirviera el desayuno y James estuviera aún dormido en mi habitación me ponía los nervios de punta, además de todos los sentimientos encontrados que estaba teniendo en mi interior. ¿Cómo en menos de un mes había pasado de ser una universitaria con un trabajo de medio día y sin tiempo para una relación a una próxima entrenadora de las nuevas portadoras de las estaciones y estar casada con el que había sido mi profesor de arte?

—Hermano querido, sabes que me encanta desayunar contigo siempre, ¿Pero por qué justo hoy tenías que venir?, ¿A caso no necesitabas estar con Kristen? —pregunté con curiosidad, mientras dejaba el desayuno frente a él.

—Me dijo que quería estar sola por un par de horas —respondió él frunciendo el ceño—. Además de que no te iba a dejar sola en el departamento con un hombre —fruncí el ceño y solté un bufido.

—Te recuerdo que cuando estábamos en el castillo James y yo compartíamos habitación, al igual que tú y Kristen —él se tensó al escuchar aquello y sonreí ligeramente, había dado en el punto exacto.

—Eso no tiene nada que ver, ahora es diferente... —casi reí al escucharlo, ¿Qué había de diferente? Mi memoria había vuelto y por supuesto que recordaba con claridad todas las veces en las que James me había tenido entre sus brazos—. Ahora eres una humana normal de veinticinco años, la cual está estudiando una carrera universitaria, eres hermanita y por supuesto que no me gusta el saber que James y tú... —calló, era obvio que no quería decir aquella palabra.

—¿Qué James y yo tuvimos sexo? —él frunció el ceño mucho más y casi me echo a reír—. Sacando cuentas, hermanito, tengo 123 años, ¿No crees que tengo la edad suficiente para hacerlo? —soltó un bufido y yo no pude más, rompí en carcajadas.

Tenía tiempo que no reía así, sinceramente antes no era la misma sin mis recuerdos, es como si ahora la verdadera yo hubiera regresado. Y eso era lo único que me gustaba de todo el asunto del padre de James.

—Samantha... —a pesar de sonar serio, una pequeña sonrisa traviesa se había asomando en sus labios—. En serio que nunca puedo tener una conversación seria contigo sobre este tema —sonreí de medio lado.

—Eso es porque ya pasó el tiempo en el que debiste de haber tenido "la charla" conmigo —hice las comillas en el aire y él sonrió de medio lado—. Además, no tiene nada de malo que James y yo estemos solos en el departamento, después de todo, él es mi esposo... —comenté, mi hermano borró la sonrisa de sus labios y volvió aquel rostro serio.

Miré el anillo en mi dedo anular, era la sexta vez que lo hacía en lo que llevaba de la mañana, me sentía extraña al usarlo, pero a la vez me sentía completa, como si todo este tiempo supiera que en ese dedo me hacía falta algo, ese algo que significaba la unión entre el hombre al que amaba y yo.

—Así es, Anthony —aquella voz hizo que volviera a prestar atención a mi alrededor—. Soy su esposo y no hay nada de malo en que duerma con ella en la misma habitación —me giré a verlo, portaba solo un pantalón deportivo, sus cabellos rubios se encontraban alborotados; lo que daba la impresión de haberse levantado recientemente.

—Me preocupo porque sé que dormir no es lo único que hacen —una pequeña risilla se me escapó al escucharlo insinuar aquello, mi hermano se giró a verme con el ceño fruncido—. Y no creas que estoy conforme con su matrimonio en secreto, no he dicho nada por el simple hecho de que no estamos en tiempos de reclamar por algo tan trivial comparado con lo que se nos avecina, por supuesto —lentamente la sonrisa fue desapareciendo de mis labios.

*PAUSADA* Las cuatro estaciones: Tiempo (Bilogía #CuatroEstaciones)Onde histórias criam vida. Descubra agora