Capítulo 20

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Amy

Realmente, después de que Kristen me pusiera al tanto de la decisión que había tomado Cassius, mi admiración por él había crecido aun más, era admirable la determinación y el valor que había tenido, pero era entendible, después de todo se trataba de salvar la vida de su hija y si ganándose su odio lo lograba, a él no le importaba.

En cierta manera me recuerda a mi padre...

Aquel pensamiento surgió en mi mente sin que pudiera detenerlo y me sorprendí de alguna manera, ya que tenía demasiado tiempo sin pensar en él, ni en mi madre, lo que me hizo sentir culpable.

—Oye, no camines mientras tu mente anda en las nubes, mucho menos si en tus manos traes el té que puede ayudar a Arthur —la voz de Nicholas me sorprendió al instante en que la reconocí, al igual que me sorprendió sentir sus manos agarrar las mías con firmeza—. ¿No quieres que lo lleve yo? —traté de sonreírle lo mejor que pude y negué ligeramente con la cabeza.

—No, no, solo fue un momento, yo se lo llevaré a Elizabeth —él asintió poco convencido, sin embargo me soltó las manos y se posicionó al lado mío.

—¿Puedo saber qué te trae en las nubes? —soltando un suspiro comencé a caminar de nuevo, ya que me había detenido por su repentina aparición.

—El asunto de Cassius —respondí, sabía que él no se daría por vencido hasta que le contara, por lo que era preferible abrir la boca de una vez—. Me hizo recordar a mi papá, ya que no importaba qué cosa hiciera siempre era por mi bien y el de mi hermana, no le importaba si nos enojábamos con él, siempre mantenía su sonrisa en el rostro para con nosotras —una pequeña sonrisa se plantó en mis labios, pude sentirla.

—Amy...

—Si, bueno, no es nada, solo fue un pequeño momento de nostalgia —lo miré por el rabillo del ojo—. Es mejor que me apresure a darle esto a Elizabeth, se puso muy feliz cuando Kristen le dijo que ya teníamos la cura para Arthur —él asintió ligeramente y pensé que se despediría, pero no lo hizo, sino que siguió caminando a mi lado—. Nicholas, ¿No tienes nada qué hacer? —traté de no sonar grosera, pero sabía que no había funcionado del todo.

—Apuesto que no eras así de fría con Derek, ¿Por qué no me puedes ver como a él? Puedo llegar a ser el mejor amigo de todo el mundo, solo tienes que darme una oportunidad —casi reí al escucharlo decir eso, en verdad parecía que hablaba en serio.

—Amy no te puede ver de esa manera, ya que Derek nunca la intentó seducir y tú sí —me tensé al inmediatamente distinguir esa voz.

—Matthew, ¿Por qué siempre te tienes que involucrar entre Amy y yo? —el tono del castaño de ojos azules sonó exasperado, pero sabía que era una broma para mi novio.

—Eso es fácil —no lo veía, pero sabia que en sus labios había una sonrisa de medio lado, tan característica en él—. Porque la amo —y sin previo aviso sentí unos brazos rodearme por la cintura y poco después sus labios se encontraron depositando un beso sobre mi hombro descubierto.

—¡Matthew! ¡El maldito té! —le grité al sentir como la pequeña taza tambaleaba en mis manos, escuché como Nicholas soltaba una maldición y Matthew reía suavemente—. Suficiente, los dos déjenme tranquila, por favor —les pedí con seriedad, ambos soltaron un bufido pero decidieron hacer caso a mi orden, el primero en irse fue Nicholas, quien solo me guiñó un ojo y el segundo fue mi novio, quien sin decir nada solo depositó un beso sobre mis labios y se fue—. Un día me van a venir causando una enfermedad por el estrés que me hacen pasar —soltando un suspiro reanudé mi caminata.

*PAUSADA* Las cuatro estaciones: Tiempo (Bilogía #CuatroEstaciones)Onde histórias criam vida. Descubra agora