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Estos días he estado ocupadísima, siento no haber actualizado antes.

Muchísimas gracias por los comentarios, me encanta leeros :")

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  —Después de clase espérame en la salida, necesito que me ayudes a llevarle la comida a mi hermano. 

  —Perfecto, no tenía nada que hacer. —con aquella sonrisa ocupando toda su cara, Josephine se inclinó sobre la mesa y sus labios se entrelazaron con los del trillizo, separándose segundos después.

Yo no fui capaz de aguantar mucho observando aquello.

Simplemente no podía presenciar la escena. Por alguna razón me jodía demasiado, era superior a mis fuerzas. 

Tragué saliva en seco y aparté la mirada de ambos, sintiendo cómo el pecho se me contraía y se formaba un pequeño nudo en este. Me sentía mal por Dooly, por que según su hermano, él no era alguien que dependiese de la gente y sin embargo, a mí sí me había pedido quedarme a su lado. Y lo había rechazado. Pero también me sentía mal por Mihua. La indiferencia que utilizó conmigo logró calarme hasta los huesos, ser víctima de la actitud fría del trillizo podía ser muy difícil de asimilar. Mihua sabía perfectamente cómo hacerte sentir completamente vulnerable, sabía cómo hundirte en la miseria tan sólo dedicándote una mirada. 

El tatuado giró los ojos hacia mí y me observó con desdén, con aquellas pupilas neutras e inexpresivas que tanto lo caracterizaban; esas por las cuales tantas personas le temían y admiraban a la vez. 

No tuvo que decir nada, el silencio decía más que mil palabras.

Apreté los labios y sintiéndome intimidada por primera vez, decidí bajar la cabeza y caminar hasta mi asiento, sentándome sigilosamente con el estómago en la boca. A los pocos segundos, una presencia apareció junto a mí torpemente; elevé la mirada hasta aquél chico y dibujé una pequeña mueca, negando.

  —No me gusta verte triste, Brookie. —Taehyung me había estado analizando desde hace unos minutos y no dudó en acercarse a mí, plantando su mochila en la mesa vacía de Dooly y sentándose en su silla. 

Una de sus manos acarició suavemente mi hombro en un intento por reconfortarme. Me dedicó una sonrisa amplia, tratando de hacerme sentir mejor. 

Chasqueé la lengua y aparté su mano, acomodándome en mi sitio e inclinándome para sacar los libros de mi mochila. Odiaba mostrarme débil frente a los demás, era una cualidad que me habían enseñado desde pequeña. Mis padres eran de esos que detestaban lidiar con la fragilidad de las personas, que vivían sumidos en sus propios problemas y quehaceres y preferían no tomar tiempo para preocuparse de los demás. Y a pesar de tener a Seokjin, aprendí que mis disgustos eran míos y de nadie más. Yo misma debía resolverlos. 

  —No estoy triste, Taehyung —alcé una de mis cejas y abrí el libro de Fisiología, dedicándole una pequeña sonrisa.

No obstante, él no parecía estar tan convencido. Sus pupilas me escaneaban tan intensamente que me hizo tragar saliva, fue como si pudiera leer mi mente palabra por palabra, como si yo fuese un libro. 

Como si estuviese desnuda frente a él con todos mis pensamientos escritos en la piel. 

  —Tu sonrisa muestra más problemas que dientes. 

Aquello me hizo morderme los labios. Clavé los ojos fijamente en él y ambos cruzamos miradas, mientras su sonrisa se curvaba levemente hacia abajo, decepcionada.

  —No soy tan tonto como crees.  —elevó la mirada hasta Mihua, que nos observaba por el rabillo del ojo desde su lugar y volvió a concentrarse en mí—. Estás mal por Dooly, ¿verdad?

Trillizos Park. - bts.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora