020

11K 1.4K 1.5K
                                    

La foto para darle un poco de forma al personaje de nuestra protagonista JAJAJAJA

----------------------

Estaba enfurecida. Completamente fuera de mí. 

Las palabras de Jungkook no dejaron de reproducirse en mi cabeza en ningún momento, mientras caminaba apresuradamente por la residencia de habitaciones masculinas en busca del dormitorio de los trillizos. Detrás de mí, Jungkook corría alterado y me llamaba continuamente, tratando de hacerme entrar en razón. 

Pero me era imposible. Tan sólo de pensar que aquella jodida mujer se había atrevido a ponerle una mano encima a Dooly o que tenía pensado hacerlo, me ponía de los nervios. Me volvía loca.

La mano del menor logró alcanzarme y me detuvo a pocos metros de llegar a mi destino, girándome para poder centrarme en su rostro. Su respiración se encontraba agitada y el ceño fruncido con confusión, sosteniéndome por los hombros. 

  —¡Brooke, tranquilízate! Ni siquiera es seguro lo que dije, es sólo una sospecha. 

Dejé salir un suspiro de resignación, meditando las opciones por un momento. Sí, tenía razón. De todas formas, ¿cuál era mi intención? ¿Presentarme en la habitación como una desquiciada y arrancarle los cabellos a Josephine sin ninguna prueba de por medio?

No tenía ningún argumento.

  —Está bien, Jungkook. —respiré profundamente, viéndolo asentir con la cabeza con más tranquilidad y llamar a la puerta.

Tras ella, la figura fornida del trillizo boxeador se hizo presente con una camiseta blanca de tirantes prácticamente mojada y pegada a su cuerpo, la cual transparentaba sus abdominales y dejaba a la vista sus brazos bien formados y definidos. Tenía el cabello oscuro húmedo y hacia abajo, ocultando apenas sus ojos; una toalla rodeaba su cuello y, un poco más abajo de ésta, sus pezones eran completamente visibles bajo la tela blanca. Sostenía una mancuerna con un "20 kg" grabado en la superficie.

Cerré la boca en cuanto me dí cuenta de que la mantenía abierta y tragué saliva, relamiéndome los labios involuntariamente. 

¿Qué forma era aquella de recibir a una persona? 

Jimin parecía sacado de una película porno en aquellos momentos.

  —¿Qué hacéis aquí? —su mirada confusa se posó en Jungkook y seguidamente en mí, observándonos como si estar allí fuese un delito. 

  —Venimos a ver a Dooly. 

  —Bueno, yo vengo a hablar de la fiesta de esta noche. —me interrumpió el menor, encogiéndose de hombros.

El trillizo se mantuvo unos segundos dubitativo, no supe si por el hecho de vernos a Jungkook y a mí juntos o simplemente porque estábamos allí, pero de cualquier manera, se hizo a un lado para dejarnos entrar. 

Al segundo dejó de obstruir la vista de la habitación, mis ojos cayeron directamente en el cuerpo de Mihua tumbado en la cama con los audífonos puestos y una laptop en sus piernas, concentrado en el contenido de la pantalla como si la vida le fuese en ello. Y más allá, Dooly permanecía junto a Josephine en la misma cama; él acostado y ella sosteniendo una de sus piernas en alto, subiéndola y bajándola repetidamente mientras él hacía ejercicios con la boca y mantenía los ojos cerrados.

Su cabello estaba completamente revuelto, seguramente por no haberse movido de la cama en todo el día y a pesar de seguir teniendo el rostro hinchado, las heridas se veían mejor que el día anterior. 

  —Ahora comienza los ejercicios de lengua, ya sabes cuáles. —la voz tan suave con la que se dirigía a Dooly me provocó arcadas, y todavía más cuando dejó salir una pequeña risita.

Trillizos Park. - bts.Where stories live. Discover now