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Tendido en su cama y encerrado en su cuarto, se sentía realmente mal...

¡Jamas había pedido perder la memoria! Muchos menos herir a las personas que tanto quería y amaba.

Soltó el más grande suspiro que había dado en la noche, las lágrimas se acumulaban y hacían cristalizarse en ellas. Sentía un fuerte dolor en el pecho y de su cabeza comenzaba a punzar fuertemente, era un dolor insoportable, sentía quebrarse.

—Yo no deseé esto...— susurró en un tono frustrado, tomando fuertemente sus cabellos, el dolor en su cabeza seguía presente, quería golpearse fuertemente con la pared hasta sangrar y que parará su dolor.

Fue entonces que entró Miguel, vio como Hiro se retorcía en su propio colchón, algo que le preocupó. Fue directo hacia el Hamada.

—Hiro, ¿Qué te sucede?, ¿Qué pasa?— intentaba calmar a su  ❝ amigo ❞.

—Duele...— saco en un gemido doloroso, sintió como a su cerebro lo exprimían como una naranja y hacer un jugo con esta.

Los recuerdos de Hiro podían llegar de la nada, o eso era lo que pensó de repente Rivera, al ver las reacciones del de rasgos asiáticos.

(...)

Habían tranquilizado a Hiro, se había quedado dormido después de tanto dolor y ajetreo que provocaba sus recuerdos.

Fue con una pequeña pastilla para dormir y velas aromáticas para tranquilizar y relajar el cuerpo del Hamada.

Por otro lado Miguel estaba preocupado por Hiro, sí, podían haber sido los recuerdos que le provocaron el insoportable dolor, pero ¿Qué pasaría si Miguel obligaba a Hiro a recordar?.

Con este pequeño acontecimiento que habían pasado, Miguel sentía un fuerte dolor, dolor y temor por Hiro ... ¿Como podría recuperar su memoria si las consecuencias eran verlo retorcerse cual gusano que le echa sal en su cuerpo? No quería verlo sufrir de ese modo.

¿Habría otra solución a esto?, o realmente se tenía que forzar a la mente de Hiro para hacerlo recordar por completo...

No deseaban ver a su « amigo » sufrir, no así

AmnesiaWhere stories live. Discover now