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El morenos se había apartado de aquella ciudad, quería un momento solo y desahogarse con el sonido de sus cuerdas, encontrando una melodía, la cual interpretaría, pues era su favorita y ni pensarlo lo cambiaría.

—Tomé tu corazón y en este me escondí,

Y no sabía lo que ocultabas,

Sin dudarlo encontré,

Aquel tesoro que celabas.

Era tu amor,

El amor hacia mi,

El amor de los dos,

El amor de ambos,

Temía en robarlo,

pues era tu tesoro más preciado,

frágil y pesado,

sentirme como pirata, ¿era un pecado?.

Solo quería robarlo,— aquel joven músico disfruto más de su melodía cerrando sus ojos castaños, deseaba terminar sin ser interrumpido o sentirse molestado —Era tu amor

El amor hacia mi,

El amor de los dos,

El amor de ambos,

Cometí pecado,

El miedo era mi subordinado.— su voz estaba frágil y estaba forzando, estaba entrecortada aquella tonada y las vocales eran quebradas al son de la acústica guitarra —No quería entregarlo,

Pero me lo has reclamado,

Quise una fianza,

Y solo ofreciste,

Aquel intercambio entre ambos.

Era tu amor,

El amor hacia mí,

El amor de los dos,

El amor entre ambos.— había terminado, se había desahogado. Limpio las lagrimas que sintió haberse escapado, humedeciendo su semblante y sentir inyectados los ojos en un tono rojo.

¿Quién diría que alguien cerca lo escucharía? 

Aquella persona que lo vio desde lejos y le dedico una sonrisa, una llena de ternura y afecto.

Y dicha persona sentía como el afecto llegaba hasta el corazón.

AmnesiaWhere stories live. Discover now