Amnesia

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El sonido de una explosión se pudo escuchar, una de las paredes había sido derrumbada.

Un enemigo había sido víctima de su propio ataque, un héroe era cubierto por unos brazos morenos y detrás de él, una armadura roja que cubría a ambos.

Baymax había llegado con éxito junto con Miguel, a pesar de que sufrieron daños; mas Baymax que recibió directamente el ataque, pero finalmente esto no afectaba al propio muñeco de vinilo.

El ardor no tardo en afectar los brazos y parte de su espalda, pero todo esto intentaba ignorarlo. Abrazaba a Hiro, quebrándose con la sola imagen de un Hiro a punto de sucumbir hacia la muerte, pero gracias a su respiración, agradecía que solo estuviera desmayado.

— Hiro, Oh Hiro — sollozo el morocho, quitándole los guantes y las partes moradas que poseía, dejándolo solo con el cobertor negro, volvió a arroparlo con sus propios brazos, soltando las amargas lágrimas de tener al asiamericano en brazos.

— ... ¿Miguel? — la voz débil del azabache llego a oídos del hijo de zapateros.

Rápidamente el moreno viro su mirada al débil Hiro, dejando que su frágil corazón y fuertes emociones tomaran posesión de su ser.

— Hiro — habló, en una manera sofocante y alegre, mientras mas lágrimas salían.

Baymax por otro lado, tomaba el cuerpo dañado del villano, esposandolo de las muñecas, escaneando que siguiera o no con vida. Miraba expectante aquella escena, no quería interrumpir, a pesar de las heridas de Hiro y Miguel, sabia que necesitaban ese espacio entre ambos.

— Miguel... — volvió la débil voz de Hiro, pero un punzante dolor lo hizo retorcerse.

— No te muevas Hiro — hablo preocupado el mexicano, pensaba que el dueño de su corazón, estaba a nada de perderlo; de nuevo, pero esta vez no lo dejaría irse tan fácilmente — T-Te llevaré a un lugar seguro, solo a-aguarda — Miguel miro hacia todos los lados, encontrando a sus espaldas a Baymax — ¡Ayudame Baymax! — exclamó, viendo como aquel muñeco de vinilo se acercaba a su paso.

Miguel tomo con cuidado a Hiro, cargándolo sobre su espalda, a pesar del dolor que este poseía por el daño de los brazos y espalda, este dolor lo pasaba a segundo plano, su prioridad era Hiro y su seguridad.

Fue entonces que un temblor en la estructura del edifico inicio.

— La estructura esta a punto de colapsar — informo el muñeco con ayuda de su escaneo — Si no nos apresuramos a salir, esto podría dejarnos enterrados sobre los escombros — siguió el habla robótica de Baymax.

Miguel comenzó a entrar en pánico, veía que Baymax tenia retenido al hombre de prendas negras y pesado armamento, en su espalda estaba Hiro y el dolor comenzó a dar efecto en Miguel.

— Estas indispuesto como para cargar a Hiro — volvió al habla Baymax.

— ¡Lo sé! — exclamo y fue entonces que cierta parte del techo del edificio cayo — Baymax, encuentra una ruta para poder salir ilesos, rápido — ordeno Miguel angustiado, con la adrenalina apoderarse de su cuerpo.

No tardo tanto para que Baymax hallará una salida.

— Encontré una ruta de escape — le informo a Miguel, quien asintió, dándole a entender que Baymax le guiara por aquella salida.

— Tranquilo Hiro, vamos a salir — susurro Miguel, visualizando algunas de las hebras azabaches de Hiro y uno de sus orbes ónix cerrados.

Tenían de salir, Miguel tenía que proteger a Hiro, por mucho que el edificio se estuviese derrumbando.