Amnesia

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Corría, a pesar de mi inestabilidad por mi recuperación de mis memorias pérdidas, tenía aún ese pequeño peso de responsabilidad de mantener a la ciudad a salvo.

Me subí a la espalda de Baymax, volé alto, activando los propulsores a su máxima potencia, yendo como una bala hasta el origen de las explosiones y los gritos de agonía y terror de la gente.

Mi adrenalina subía y un pequeño malestar sobre mi cabeza, me alertaba que algo pasaría, algo que me haría cambiar completamente.

Le reste importancia finalmente, intentando concentrarme lo más que podía. Salvar la vida de los ciudadanos era mi prioridad.

Avalanchas de escombros se caían sobre el asfalto, varias explicaciones se escuchaban cada vez más cerca, y entre humo y escombros, pequeñas esferas de cristal eran disparadas hacia las bases de la corporación KT.

Una sustancia viscosa y verdosa se esparció sobre el suelo, abriéndolo como su fuese el cascaron de un huevo, temí por un segundo.

Baymax escaneaba el edificio, indicándome que al rededor de ciento cuarenta y ocho personas seguían adentro, en diferentes pisos.

Llamé a Wasabi y Gogo, quienes eran los mas cercanos a la industria, mientras que Fred y Honey seguían evacuando y protegiendo a los demás.

Sólo esperaba que Miguel estuviera bien.