¿Noviazgo o Amistad? [#1]

Capítulo 5

La primera semana de clases pasó más rápido de lo que esperaba. Los profesores fueron comprensivos con nosotros y no dejaron tantos deberes.

Por lo tanto, hoy domingo me encontraba en mi casa con Kian, mis padres habían salido y mis hermanos también, ¿a dónde? No tengo la más mínima idea.

— Amor... – me llamó mi hermoso novio quien estaba acostado en mi regazo mientras yo despeinaba su pelo. — ¿me estás escuchando? – Asentí – No parece – me miró atentamente

Los últimos días nuestra relación se basaba en eso, cuando estábamos hablando y yo me quedaba en silencio me cuestionaba diciéndome que no estaba escuchando, que no le prestaba atención...

— Si te estoy escuchando, amor. El hecho de que me quede en silencio no quiere decir que te esté ignorando.

Creo que era la tercera vez que le decía eso. Y todo comenzó ese día.

— No quiero pelear ¿ok? – se levantó y debido a su acto mis manos quedaron en mi regazo. Al sentarse tomó mis manos entre las suyas – Respóndeme con sinceridad, ¿hice o dije algo que te molestó? Desde el día de la pizza estás rara y no me gusta verte así, te siento distante cuando estamos juntos

Sus ojos me miraban suplicantes, y veía una pizca de tristeza en ellos. En cierto punto, me llenaba de impotencia no tener el valor suficiente para decirle lo que había callado desde ese día.

Él se preocupaba por nuestra relación, era bastante obvio pero sentía que se preocupaba tanto que se olvidó de nuestra amistad.

Y sé que puedo estar diciendo o pensando cosas que no son pero me es imposible no pensar en ello.

— Respóndeme, Aaliyah. ¿Dije algo que te molestó?

Suspire dispuesta a decir algo pero de mi boca no salia nada. ¿Es en serio , Aaliyah?

— Tu silencio me dice que si... Lo siento ¿si? No quise herirte o que te molestaras por lo que sea que haya dicho, perdón

Dejo un beso en el dorso de mi mano y luego se acercó a besarme.

— Sabes que te quiero mucho ¿verdad? – Asentí – Y que puedes contarme lo que sea, cuando sea y a la hora que sea ¿no?

Aquí vamos de nuevo...

— ¡Tortolitos, ya llegamos! ¡No lloren más por nosotros! – la voz de Alexander se escuchó desde las escaleras interrumpiendo nuestra plática. Segundos después tocaron la puerta de mi habitación. — ¿Están vestidos?

¡Dios!

Me solté del agarre de Kian y me puse de pie para abrir la puerta. — ¿Dónde estaban?

— Mamá nos mandó a hacer las compras, ¿nos extrañaste? – habló el egocéntrico de Alexander

— ¿Por qué no me avisaron? Tenía que comprar algunas cosas que me hacían falta – hice puchero y me crucé de brazos.

— Tus cosas personales las compras con mamá, no con nosotros - responde Alexis

Rodé los ojos. Kian apareció a mi lado, fruncí el ceño al verlo con su chaqueta en mano. — ¿Te vas? – pregunté con tristeza en mi voz.

Creí que pasaríamos la tarde viendo películas.

— Si. – respondió tajante, ¿y ahora qué hice? — Gemelos – se saludaron y luego se volvió hacia mi dejando un beso en mi frente.

— Creí que...

— Te llamo más tarde, adiós.

Pestañe varias veces al verlo tan cortante e irse. Esto va de mal en peor y es mi culpa.