Capítulo 31

3.8K 218 36
                                    

A medida que los días avanzaban, me daba cuenta de que tomé la decisión correcta al aceptar salir con Liam.

Después de nuestra cita, nos la pasábamos mensajeándonos, habíamos quedado en que los viernes, serían los días en el que nos veríamos.

Al menos por ahora, ambos teníamos libres los viernes por la tarde.

Puedo decir que Liam Dumbar me gustaba mucho. Se que tenemos poco tiempo de habernos conocido pero no había que negar que en ese poco tiempo, ha sido un chico agradable, cariñoso y simpático conmigo.

— ¡Ma, me voy a casa de Kian! ¡No me esperen para cenar! – grité mientras bajaba las escaleras.

Kian y yo habíamos quedado esta tarde, es tiempo de volver a nuestros días de mejores amigos.

Al no recibir respuesta, tomé mis llaves y salí de casa. Por desgracia, Alexander estaba en casa de Aylen y se había llevado el auto. Así que tuve que irme caminando.

Necesitaba un trabajo. Y un auto.

Quince minutos más tarde y había llegado. Era mitad de semana y en New York hacia un calor terrible, ni siquiera es verano.

— Hola tu – me saluda Kian en cuanto me abre la puerta y me deja entrar a su casa.

— Hola tu – le sonrió. — ¿Estás solo?

— No. Kathia y mamá están durmiendo

— Ah.

— ¿Por qué la pregunta? ¿Qué quieres hacerme? – me dice mirándome pervertidamente

— Nada, idiota. Sólo era una simple pregunta

Kian y yo nos encontramos en su jardín, haciendo nada. Acostados mirando al cielo estrellado.

Pasamos toda la tarde hablando y poniéndonos al día, hacia tiempo que no pasábamos un tiempo juntos como lo que en verdad somos: mejores amigos.

— ¿Cómo vas con tu chico? Liam ¿no? – pregunta poniéndose de costado para mirarme. Yo imito su acción.

— Muy bien – una sonrisa estúpida se hace notar en mi rostro. Desvíe mi mirada al pasto y comencé a jugar con el. Quería decirle que en verdad me gustaba pero no sabía si era lo correcto.

— Di lo que sea que quieras decir – lo miré fingiendo confusión – te conozco, se que quieres decir algo pero no te atreves.

— No es nada – me miro con los ojos entrecerrados, hacia eso cada vez que no quería decirle algo. De alguna u otra forma era una forma de intimidarme para que le dijera lo que le estaba ocultando. — Me gusta mucho

Y al ver su reacción supe que fue un error decirle eso. ¡Que estúpida!

Sus ojos se notaban más abiertos de lo normal y noté como se tensó en el instante en que escuchó mis palabras.

— ¿Te gusta? – preguntó y yo asentí – Eso es... ¿Genial? Creo – se levanta y se sienta.

Tenía que haberme quedado callada.

— Lo siento. Se que no quieres escuchar eso...

— Esta bien. Tengo que soportarlo y seguir adelante – me da una sonrisa ladeada.

— Acabo de arruinar nuestra noche ¿cierto?

— No arruinaste nada, Aaliyah. Esto iba a llegar tarde o temprano. Admito que no estaba preparado para escuchar esas palabras

— ¿Crees que es muy pronto para admitir que me gusta?

— No lo sé. ¿Podemos cambiar de tema, por favor?

Asentí y volví a recostarme en el pasto.

Si no quería arruinar las cosas entre Kian y yo otra vez, tenía que aprender a quedarme callada.

Llegué a casa casi a las diez de la noche. Cené en casa de los Russell y Kian se ofreció a traerme. 

En casa, todos estaban despiertos y por alguna razón me esperaban sentados en la sala.

— ¿Hola?

— Hola hija, ¿cómo te fue en casa de Kian?

— ¿Bien? – dije preguntándome a mi misma. ¿Qué hacían todos en la sala?

Normalmente a esta hora papá esta roncando en su habitación y mamá arreglando la cocina o preparándose para mañana.

— ¿Qué hacen todos aquí sentados? ¿Pasa algo?

Me digne a cerrar la puerta y acercarme hacia ellos.

— No ha pasado nada – me responde mi madre

— ¿Ok?

Nos quedamos en silencio mirándonos el uno al otro. Hasta que mi adorada madre soltó la bomba.

— ¡Hemos comprado una casa!

¿¡Qué!?

— ¿Una casa? ¿Qué hay de esta? ¿No era de nosotros?

— Cariño, esta casa ha sido de nosotros porque pagamos la renta, no porque la hayamos comprado...

— ¿O sea que compran una casa pero no un auto para su hija?

— ¿En que momento nos dijiste que querías un auto? ¿No estamos esperando a que entres a la universidad?

— No pos si es cierto – digo sonriendo inocente.

— ¿Estás drogada o algo? – me pregunta Alexander

— No... Explíquenme, ¿como es eso de que compraron una casa?

Me senté en las piernas de mi padre. Ambos se miraron sonrientes.

— Durante meses estuvimos buscando casas para comprar, nos estamos poniendo viejos y no podíamos pagar la renta hasta nuestros últimos días... No les habíamos dicho nada para que no se ilusionaran, así que cinco meses después encontramos la casa perfecta – nos explica mamá

— Se que tal vez no quieran mudarse pues toda su vida la han pasado aquí pero les puedo prometer que no se arrepentirán, esta en un buen lugar, los tres lo conocen a la perfección y les queda cerca del colegio

— ¿Qué quieres decir con que lo conocemos a la perfección? – pregunto

— Es la urbanización donde viven los Russell

— ¿Qué?

— Seremos vecinos de ellos, la casa está justo al frente de la suya

Oh Dios.

— Ryan vive por ahí cerca, y Laura también... Estarán cerca de sus amigos ¿no están felices?

— ¡Por supuesto que si! – gritaron los gemelos y ambos se lanzaron a abrazar a mamá

¿Vivir al frente de Kian? O sea, es lo que toda chica quisiera vivir cerca de su mejor amigo o amiga pero yo... ¿Justo ahora tiene pasar?

Ahora que estoy saliendo con Liam y que las cosas entre Kian y yo están volviendo a la normalidad... Tengo claro que ambos no se conocen pero sé que Kian no le cae bien Liam por la simple razón de que sale conmigo...

Dios mío, ¿qué haré?

— Aaliyah, cariño ¿no estás feliz?

— Si. Ma, estoy muy feliz

Demasiado...

¿Noviazgo o Amistad? [#1]Where stories live. Discover now