¿Noviazgo o Amistad? [#1]

Capítulo 12

"No te preocupes por mi. Simplemente no me mires a los ojos"

Enero se fue, dándole la bienvenida a Febrero.

Con el venía el cumpleaños de mis gemelos favoritos y los únicos. En dos horas exactamente, sería su cena de cumpleaños.

Mamá no quiso permitirles una fiesta, porque quería que fuera una cena en familia.

Los invitados eran Laura y su madre, Ryan y sus padres, la familia Russell y nosotros, obviamente.

Alexander invitó a Aylen pero ella no pudo venir.

Mamá estaba empeñada en que yo fuera la chef, según ella, yo cocino mejor. Y no hubo manera de convencerla de lo contrario.

— ¿¡Alguien se dignará a ayudarme!? ¡Tengo que cambiarme! – grité mientras le daba un patada al horno para que cerrara. Tenia las manos ocupadas con la bendita lasaña de mis hermanos.

— ¿Cómo me veo? – mi salvación aparece por la puerta.

— Viejo y barrigón – le dije a mi padre, ganándome una mala mirada – Solo le quedan cinco minutos a las albóndigas.

Me quité el delantal y me fui de la cocina. Subí a mi habitación y entré directamente al baño. Al terminar de hacer todo lo que tenia que hacer, comencé a cambiarme.

Después de ponerme mi ropa interior, coloque crema hidratante sobre mi cuerpo. Envolví la toalla alrededor de mi cuerpo y comencé a maquillarme: un poco de base, delineador, rímel y por último un labial rojo mate.

— Aaliyah, ¿puedes apurarte? Todos están abajo esperando – me dice mi madre desde el otro lado.

Después que pase mi mañana y tarde metida en la cocina viene y me dice que me apure.

Busqué mi vestido y me lo puse. Inmediatamente ví este vestido en la vitrina me enamoré, era negro y pegado al cuerpo. Las mangas eran largas y de encage, no necesitaba ponerme cadenas, su cuello era estilo chocker y tenia un escote pronunciado. Me encanta.

— Aaliyah, acelera. Mamá esta desesperada.

Suspire y camine hacia la puerta y deje que Alexis entrara. — Necesito ayuda – cerré la puerta y me puse de espaldas para que subiera el cierre del vestido.

— Sabes que Kian está abajo ¿no?

— ¿Y eso qué? – lo tome de la mano. Tomé mis zapatos y me senté en la cama, le hice una seña de que me los pusiera.

— ¿Y eso qué? – repitió agachándose. — Es tu ex y tú estas vestida así

— ¿Qué tiene?

— No ha pasado ni siquiera un mes desde que terminaron y vienes tú y te vistes así...

— ¿Estoy fea? – cuando tuve puestos mis zapatos, me levanté y fui al espejo a terminar de peinarme.

— Para mi y para Alexander siempre estarás fea – sonreí – Estas guapa pero creo que te excediste un poco, quiero decir, tú ex esta aquí.

— Es bueno que se cuenta de lo que perdió – le di un poco de volumen a mis ondas naturales y listo.

— Ya vámonos.

Ambos salimos de la habitación. En la sala se escuchaban los murmullos de todos.

— ¡Por fin! – exclama Ryan cuando me ve — No se ni para que te arreglas tanto, sigues siendo fea

— Le dije a mamá que no te invitara pero como siempre, no me hizo caso – baje los escalones que faltaban y comencé a saludar.

— Para tu mala suerte, soy invitado de honor en esta casa

—Estas hermosa, lástima que ya no estás con mi hermano – me susurra Kathia, la hermana de Kian.

— Nada es para siempre, Kathia. – le respondí dándole una pequeña sonrisa.

Seguí saludando y lo único que recibió Kian de mi parte, fue una mirada de reojo.

≈

La cena fue increíblemente agradable. Todos me elogiaron por la comida, no hubo momentos incómodos con Kian, a excepción de las mirada que me daba.

Todos los adultos estaban en la sala hablando mientras que nosotros los jóvenes estábamos en la cocina. Kathia, Laura y yo estábamos lavando los platos. Los chicos solo observaban.

— Aaliyah, tu nuevo pretendiente, Mike, acaba de anunciar una fiesta – el brazo de Ryan aparece frente a mi enseñándome una foto.

— No es mi nuevo pretendiente... Quita eso de mi vista

— Él anda detrás de ti, así que lo es...

— No lo es...

— Si lo es – lo apoya mi amiga y yo la miré mal. — Si cuando estabas de novia te caían atrás, imagínate ahora que estas soltera...

— ¿Pueden cambiar de tema, por favor? – interrumpe la pequeña Kathia. — Estoy segura de que no es un tema para nada agradable de hablar delante de mi hermano y Aaliyah.

Alguien que me entiende. Gracias, Kathia.

El silencio adornó la cocina, el único sonido era el de los platos. — Aaliyah

Me volteé hacia mi madre. — ¿Si?

— Un chico pregunta por ti al teléfono... – me extiende el teléfono inalámbrico.

— ¿Quién es? – pregunto tomando una toalla y secándome las manos.

— Dice que se llama Mike

Sonrió falsamente y tomó el teléfono. Mamá sale de la cocina y pongo el teléfono en mi oído.

— ¿Qué se te ofrece, Woods? – me recuesto de la encimera.

– Ya te dije que te quiero a ti.

— Estoy ocupada, no tengo tiempo para tus coqueteos. ¿Podrías dejarme en paz?

– Sólo si aceptas salir conmigo. Una sola.

— No. Adiós. – colgué y dejé el teléfono en la encimera.

Necesito quitármelo de encima.

-5/5-