Capítulo 14

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— Isabel – la llamé estando a solo unos metros de ella, estaba de espaldas.

— Qué se te ofrece... – y sus palabras nunca salieron por la tremenda cachetada que le di por perra y por meterse en donde no la llaman. — ¿Qué te pasa, imbécil? – dice tocándose su roja mejilla

— ¿Creíste que ibas a salirte con la tuya después de lo que le hiciste a Kian? Dejame decirte que estas muy equivocada, cariño.

— Ahora sale la noviecita a defender a su noviecito, que lindo ¿no?

— Escúchame, maldita perra – la agarre por el pelo y la acerque a mi – No te metas conmigo, porque no sabes de lo que soy capaz de hacer ¿me escuchaste?

— ¡Suéltame, estúpida! Deberías vigilar un poquito mejor a tu supuesto novio ¿no crees? En la fiesta estuvo con alguien que no eras tú

Apreté el agarré en sus greñas y ella gimió de dolor. — Vuelvo y te lo repito, no te metas conmigo, no sabes de lo que soy capaz. ¿Y sabes algo?

La empuje hacia su grupo, haciendo que cayera encima de ellas. — Que bajo caíste, ¿drogar a un hombre para fingir que te acostaste con él? – solté una risa sarcástica – ¡Increíble ¿no?! Tenías que drogarlo para que él te hiciera caso ¡y ni así te hizo caso ya que estaba inconsciente!

Y la cachetada que le di me la devolvió. Tengo que aceptar que tiene la mano dura la muy perra.

— ¡Cállate!

— ¡Sabes que tengo razón! ¡Eres tan poca cosa que tienes que recurrir a las drogas o al alcohol para lograr captar la atención de un hombre!

Eso fue cruel. Pero no me importa. Se lo merece.

— ¿También drogaste a tus amiguitas para que se juntarán contigo?

Ahí fue cuando se desató la de Troya. Isabel se tiró encima de mi haciendo que terminemos en el suelo y comenzó a pegarme, yo por supuesto no me quede de brazos cruzados, y le devolví cada uno de los golpes que ella me daba.

En un momento, cambié de posición y al quedar arriba, comencé a pegarle.

— ¡Ya basta! ¡Aaliyah! – ni siquiera el grito de Kian y mis hermanos me detuvo. Estaba enojada. ¿Cómo carajos ella se atrevió a drogarlo para acostarse con él?

La verdad era que no conocía muy bien a Isabel, esperaba eso de Annie, que desde primer año siempre le he caído mal, pero no de ella que sólo tiene dos años en el colegio. ¿Qué le hice para que ella hiciera esto? ¡Ni siquiera teníamos clases juntas! Sé que compartía clases con los chicos pero no conmigo.

Unos brazos me rodearon la cintura y al hacerlo, comencé a patalear para que me soltara. Sabia que era Kian.

— ¡Suéltame!

— ¡Cálmate, Aaliyah!

Y entre forcejeos me sacó del vestidor. Cuando me di cuenta que me iba a soltar, me preparé para entrar de nuevo.

— ¡Por dios, Aaliyah! ¡Cálmate! – me gritó y ahí fue cuando me di cuenta que él quizás estaba molesto. Conmigo. — ¿¡Qué demonios pasa contigo!?

— No me preguntes porque sabes muy bien la respuesta. – me crucé de brazos y di la vuelta, caminando lejos de él. Necesitaba tomar aire para calmarme, relajarme y prepararme para ir a la dirección. Esto llegaría a oídos de la directora, estaba segura. — Deja de seguirme – le dije y me detuve dándome la vuelta. — ¿Podrías dejarme sola?

— No. – rodé los ojos y seguí mi caminata. Una de sus manos atrapó mi muñeca.

— ¡Déjame en paz, Kian! ¿Qué no ves que no estoy de humor para estar recibiendo tus reclamos?

— ¿Pero si estas de humor para golpearla e insultarla, eh?

Me solté de su agarre. — Si tanto te preocupa, ve con ella. Tal vez te droga otra vez, eso es lo que quieres ¿no?

— Déjate de estupideces.

— No entiendo, Kian. Sinceramente, no entiendo. ¿Cómo es que puedes estar tranquilo? ¿Te das cuenta que por culpa de ella, tu y yo estamos así? ¡Por su culpa nuestra relación se fue al carajo! Todo se fue a la mierda cuando...

— ¡Tal vez fue lo mejor que pudo pasar!

¿Qué? ¿Qué es lo que acabo de escuchar?

— ¿Qué dijiste? – ya me podía imaginar como estaba mi expresión ahora mismo. ¿Cómo se atrevía a decir que fue lo mejor? Trató de acercarse pero yo me alejé. — No me toques.

Un suspiro pesado salió de sus labios. — Perdón por decirlo de esta manera pero es la verdad. ¿Cuánto tiempo más íbamos a fingir que todo estaba bien entre nosotros? ¿Cuánto tiempo más tenía que esperar a que tú me dijeras lo que te pasaba? Dime, Aaliyah ¿cuánto tiempo?

— ¿De que estás hablando? – traté de que mi voz sonara fuerte pero no funcionó. — Yo no estaba ocultando nada

— Te recuerdo que te conozco desde que tengo uso de razón, sé cuando mientes, Aaliyah y justo en este maldito momento lo estas haciendo. No me gusta que me mientan, Aaliyah y lo sabes perfectamente. Respóndeme algo... ¿No que entre nosotros no habían secretos?

De mi boca no salia nada. Todo estaba empeorando y era mi culpa por no decirle lo que sentía. Por no tener las agallas para decirle que no me sentía cómoda.

— ¿Creíste que no me daría cuenta? Las mentiras tienen patas cortas, cariño. – su tono de voz me estaba dando miedo. Estaba siendo demasiado duro. Pero aún así, lo merecía. — ¿¡Por qué no me dijiste nada!? ¿¡Por qué dejaste que nuestra maldita relación se fuera al infierno!? Te pregunté varias veces que qué pasaba, y me mentías diciéndome que no pasaba nada.

›Y lo deje pasar ¿sabes? Porque a pesar de todo te entendía, entendía que no todo me lo ibas a decir, recordé todas esas veces en la que yo estaba mal y tú me decías que podía confiar en ti, que podía llamarte a la hora que sea y contarte lo que sea. ¿Pero tú confiabas en mí? Pero ya se acabó, Aaliyah. Ya estoy harto de fingir que todo esta bien. Y créeme cuando te digo que me duele decirle todo esto a la persona que más quiero y amo en esta vida.

— Kian, vamos, hermano. Ya dijiste suficiente.

Pestañee varias veces y ahí fue cuando me di cuenta que nuestros amigos habían presenciado todo. Absolutamente todo.

Ni siquiera me había dado cuenta en que momento habían llegado. Ni siquiera me había dado cuenta que mis mejillas estaban empapadas.

Kian me miró por última vez y salió corriendo hacia el estacionamiento, con Ryan siguiéndolo.

Alexander se acercó y me estrechó contra su pecho. Mis brazos se quedaron quietos a mi costado.

Mis lágrimas salían sin parar de mis ojos pero yo no hacia ningún esfuerzo por detenerlas.

Ahora sí, todo había acabado.

Ya no más Kian y Aaliyah. Esos nombres no pueden ser usados en una misma oración.

¿Noviazgo o Amistad? [#1]Where stories live. Discover now