Capítulo 10

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Cuando la confianza se ha roto, las disculpas no significan nada. ”

KIAN

Ahí viene. Caminando con una expresión tranquila y relajada que desaparecería en unos minutos. Con sus manos escondidas en los bolsillos de su abrigo.

Hermosa como siempre. Me sonrió en cuanto me vio pero no fui capaz de devolverle la sonrisa. Y ella se dio cuenta.

— Hola – se sentó a mi lado y besó mis labios. Quise alejarme y no corresponderle, pero no pude. Esta sería la última vez que besaría esos labios que tanto me encantan.

Iba a extrañarla. Iba a extrañar enredar mis dedos en su risado pelo, que ahora mismo estaba lacio. Iba extrañar quedarme horas y horas hablando con ella en las noches. Iba a extrañar sus manos desordenando mi pelo cuando dormía. Iba a extrañar verla abrazarme mientras dormía. Iba a extrañar su risa. Iba a extrañar escucharla decirme te quiero cada vez que podía. Iba a extrañar todo de ella.

Esto me pasa por imbécil.

— Hey, ¿estás bien? – me pregunta mientras me miraba con dulzura y a la vez, con preocupación.

— Lo siento – fue lo primero que pude decir.

— ¿Lo sientes? ¿Qué cosa?

— Lo siento – repetí – Se que con pedirte disculpas, no arreglara las cosas y que tampoco el tiempo volverá atrás...

— ¿De qué hablas? No entiendo nada

Vamos, Kian. Tienes que decirle. No puedes echarte para atrás. El daño ya esta hecho.

— Yo... – su mano apretó la mía dándome apoyo para que continuara. Eso me hizo sentir más mal. — Anoche en la fiesta, sé que te diste cuenta que no estuve con ustedes – ví como sus lindos ojitos comenzaban a oscurecerse, sabia que lo que le diría no sería nada bueno. — Estaba con los chicos del equipo de baloncesto, hablando y tomando unas cervezas... Yo... De verdad no se cuanto tomé o si tomé algo más...

— Al punto, Kian. ¿Qué pasó?

— Yo... Creo que me acosté con alguien más

Su tacto desapareció. Su mano dejó de tocar la mía y la soltó como si esta le quemara.

Mierda. Esto es peor de lo que pensé.

— Tú... ¿Crees que te acostaste con otra? O sea que...

— No sé. No recuerdo nada. Esta mañana me desperté, ella estaba a mi lado... Desnuda

— Tiene que ser una puta broma...

— Yo... Lo siento...

— ¿No recuerdas nada? – negué – ¿Cómo estás tan seguro de que te acostaste con ella?

— Había un preservativo usado tirado en el piso

— Estoy tratando de verle el lado bueno a esto pero no lo hay.

Se puso de pie y se alejó unos metros de mi. Se quitó su gorro de lana y se pasó las manos por su pelo con frustración. Aún de espaldas, ví como tapaba su rostro con sus manos.

— Se que con esto... Nuestra relación se fue al diablo

— ¿¡Oh en serio!? – su voz estaba rota, en cualquier momento rompería a llorar pero se que no lo haría delante de mi, y menos en un lugar público. — Estuve toda la maldita noche llamándote, enviándote mensajes para saber donde estabas, sabia que por alguna razón estabas molesto conmigo y no quería estar así contigo...

— Lo siento...

— ¡Deja de decir lo siento! ¡Tu maldito lo siento no arreglará nada!

Me miraba con una pizca de esperanza de que todo sea una broma, pero no había nada que pudiera hacer. No era una broma, desearía que lo fuera pero no era así.

Sin más se dio la vuelta, y se fue. No la detuve. La perdí. La perdí para siempre.

-3/5-

¿Noviazgo o Amistad? [#1]Where stories live. Discover now