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Noviembre 30- 4:00 p.m.

Los chicos se encontraban en Ecuador, todos estaban en los hoteles, ya que era domingo y podían dormir hasta tarde. Joel se encontraba en su habitación sentado en su cama, pensando en todo lo que ocurrió hace 26 días: su beso con Erick. Aunque no le había hablado durante estos 26 días, sentía la necesidad de hacerlo, sentía la necesidad de volver a tocar los labios de Erick con los suyos, aun cuando sabía que era imposible. Recordó con claridad todo lo que aquel día sintió y, aunque lo haya esquivado durante este tiempo, se moría de ganas por hablarle y decir todas las palabras bonitas que tenía por decirle, pero que se las ha guardado. Maldijo internamente todo lo que paso y, aunque le gusto el beso, lo maldijo porque ese fue el causante de su separación.

-Jo, vamos a salir, ¿vienes? -pregunta Zabdiel detrás de la puerta.

-No, si quieren vayan ustedes. Yo me quedo aquí -dijo levantándose de la cama para abrir la puerta.

-Está bien, no nos demoramos.

-Okay -cerró la puerta con suavidad y se cambió de ropa.

Se quitó el pijama que traía puesto y lo cambio por un pantalón negro y una camisa blanca con estampado negro. No hubo necesidad de bañarse, ya que el día anterior se había bañado en la noche. Salió de su habitación para verificar quien se había quedado y no encontró a nadie. Se dirigió al baño principal del hotel y sin darse cuenta, una persona había tapado sus ojos con un trapo. Joel no lograba ver nada, esa persona comenzaba a dirigirlo y lo metió dentro de una habitación cerrando la puerta con seguro.

- ¿Q...quién eres? ¿Dónde estoy? -preguntó Joel tratando de quitar el pañuelo de sus ojos, pero fue imposible-. ¿Podrías decirme quien carajos eres? -gritó desesperado.

La persona lo condujo hacia la pared y sacó el pañuelo con delicadeza de sus ojos, mientras lo besaba. Joel se sentía asustado, pero, a pesar de eso, le estaba gustando el beso. Algo de él sentía que ya había probado esos labios, pero no lograba descifrar de quien eran.

La persona, después de un lento beso, liberó el pañuelo de los ojos de Joel y el otro quedó sorprendido al ver de quien se trataba.

- ¿Qué haces? ¿Qué quieres de mí? -preguntó con la voz ronca y con una lágrima rodeando su mejilla.

-Joel, solo escúchame, ¿quieres? -limpió la lagrima del mayor con su mano.

-Erick, no quiero escucharte. ¿No entiendes?

-No lo hago -se acercó a Joel logrando que sus narices rozaran.

- ¿Porque mierda me haces esto? -susurró mirando los provocativos labios del menor.

-Porque te quiero, y quiero que volvamos a ser los mismos de antes.

-Será imposible.

-Nada es imposible.

- ¿Tu que sabes sobre eso?

-Se mucho más que tu -Erick empezó a acercarse aún más. Joel trato de dejar de mirar los labios del menor, pero estos estaban rojos, y eso lo enloquecía.

- ¡Deja de acercarte, me haces daño!

-Quiero que me perdones, Jo.

-No lo haré, no quiero hacerlo.

-Yo sé que una parte de ti quiere besarme hasta quedar sin respiración.

- ¿Que te hace pensar eso?

-La forma en la que lames tus labios sin control.

-Estás loco. ¡Deja de sujetarme contra la pared! -trató de soltarse del agarre del menor pero no lo logró. ¿Porque sigues haciéndolo? -su respiración se estaba irregulando al igual que la de Erick

-Porque me gusta hacerlo, me siento bien.

-Yo no, quítate.

-No, no hasta que me perdones.

-Basta, me dan ganas de...-decidió callarse.

- ¿De qué? - se mordió el labio inferior.

-De besarte -susurró casi inaudible con la respiración agitada.

- ¿Que te impide hacerlo?

Joel agarró el mentón de Erick y acercó los labios del menor hacia los suyos, cortando la poca distancia que quedaba entre ellos. Ambos chicos movían sus labios sin control, sin duda lo estaban disfrutando. El beso comenzaba a acelerarse, Erick llevó su mano al cabello despeinado de Joel, mientras que Joel tenía la suya en el cuello de Erick, tomándolo con suavidad. Las mejillas de Joel comenzaban a sentir el calor del fuego subir y su otra mano liberada comenzaba a temblar: estaba completamente fría. Erick llevo a Joel hacia la cama de él y lo sentó, mientras seguían con el beso. Joel, al percatarse de lo que estaba a punto de pasar, terminó el beso con suavidad y se separó de Erick, mirándolo a los ojos. 

Our Damn Mistake || Joerick ||TerminadaWhere stories live. Discover now