Our Damn Mistake || Joerick ||Terminada

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Diciembre 19- 10:00 a.m.

Los chicos estaban organizando sus maletas, se iban de vacaciones con su familia por la víspera de navidad. En realidad, a todos les encantaban esas fechas, pero no podían separarse, se habían acostumbrado a estar tanto tiempo juntos que separarse no era muy buena opción.

-No quiero dejar de verte, Erick- soltó con una lágrima rodando por su mejilla.

-Créeme, yo tampoco lo quiero, pero tenemos que estar separados. Es solo un mes de distancia, no creo que pase nada malo. Estaremos conectados, hablaremos muy seguido, no pasará nada.

-Ojalá pudiera pensar igual que tú, pareciera que tienes ganas de que yo me vaya.

- ¿Por qué crees eso, Jo?

-No sé, suenas muy tranquilo.

-Mira, Joel -agarró su mentón con delicadeza, haciendo que lo mire a los ojos-. Yo te amo, no pasara nada. Hablaré contigo por chat, haremos video llamada, no nos separaremos, ¿bien? No quiero hacerlo, quiero estar contigo siempre y eso lo tengo claro.

-Tengo suerte de tenerte -habló el rizado haciendo que el menor llore.

-La suerte es mía, te extrañaré. Me escribes cuando vuelvas.

Para la mala suerte de Erick, Joel salía primero que todos, tenía que ir a México y el vuelo más aproximado era a las 11 de la mañana; Erick estaba jodido.

Joel salió de la habitación dándole un lento beso a Erick y se dirigió al aeropuerto, acompañado por Renato.

-Cuídate, ¿sí? Te espero el 2 de enero aquí, ¿está bien?

-Va a ser mucho tiempo, ¿no se puede antes?

-Tienes que pasar tiempo con tu familia, Joel. Sé que extrañaras a los chicos, pero tu familia también es importante.

-Tienes razón. Adiós, Renato

-Chao, Pimentel.

Joel abordó el avión.

No iba a extrañar tanto a los chicos en general, iba a extrañar solo a uno y eso le dolía mas. Si por el fuera, llevaría a Erick a pasar las vacaciones con él, pero no podía. Erick tenía que pasar tiempo con su familia, al igual que Joel, ambos tenían distintas familias que vivían ligeramente lejos, y eso le partía el corazón.

Recostó su cabeza por la ventana mientras el vuelo empezaba, pensó en todas las cosas buenas que podían pasar, trató de no pensar lo contrario. Sabía qué lo que le pasaba podía ser muy exagerado, pero así lo sentía, tenía miedo de no volver a verlo.

No podía borrar la forma en la que Erick decía que lo amaba, se lo había dicho tantas veces que no podía pasar un día sin que se lo dijera.

Apenas llegó a México, su familia se encontraba esperándolo. Estaba su mamá, estaba su abuelita, estaban sus hermanos, estaban sus primos... estaba Yoandri.