Our Damn Mistake || Joerick ||Terminada

25

Enero 2 - 11:59 p.m.

-Me encanta que estés a mi lado- confesó Erick con una sonrisa.

-Y a mí me encanta que te encante-se recostó en el pecho del ojiverde completamente desnudo-. Estas caliente -sonrió al sentir la temperatura del menor.

- ¿Cómo podría no estarlo, Jo? -rodó los ojos.

-No me mires así -lo retó.

- ¿Qué pasa si continúo haciéndolo?

-Tendré que besarte otra vez.

-Okay... entonces, lo seguiré haciendo -volvió a rodar los ojos.

-Tonto -rió el mayor y atrapó sus labios con un beso-, te amo.

-Yo no.

- ¿No? -Joel se levantó de su regazo y lo miró con el ceño fruncido.

-Yo te adoro -continuó-, gracias por este regalo de cumpleaños. Amo hacerlo contigo.

-Interesado, sólo te gusta coger, yo no te gusto -hizo un puchero.

-Si me gusta coger contigo, es porque realmente me gustas tú. ¿No crees?

-No.

-Cree lo que quieras, yo estoy seguro de que te amo -fingió estar molesto.

- ¿Te enojaste? -comentó burlonamente.

-No me gusta que desconfíen de mí, es todo.

-Te creo -se acercó a su cuello y suspiró en él, logrando que Erick se tensara.

-N...no hagas eso.

- ¿Tienes algún problema? -bajó su mirada a su entrepierna y sonrió, lo había excitado.

-S... sí -jadeó al sentir los dientes de Joel morder su cuello-, Joel... basta

-Quiero hacerlo de nuevo-confeso, soltó un gemido al rozar su entrepierna con la del menor.

-Créeme, yo también, pero creo que no se puede.

- ¿Por qué? -frenó en seco.

- ¿Qué pasaría si los chicos deciden venir a darme una sorpresa? Nos verán desnudos y sacarán sus propias conclusiones.

-Yo no saldré.

-Quiero que lo hagas, Joel, quiero que tú estés en la sorpresa.

-Yo quiero estar contigo.

-Por favor, Joel, nos descubrirán y no queremos eso.

-Hablando de eso, creo que tenemos que hablar -rascó su nuca.

-Dime -frunció el ceño.

-Ya le dije a Zabdiel sobre lo nuestro.

- ¿Qué hiciste qué? -se levantó de la cama de un salto, estaba enojado.

-Sólo le conté a Zab, no veo problema con eso.

-Zabdiel es mejor amigo... bueno, no sé qué sean, pero es algo de Christopher.

-Lo sé, pero él me lo prometió, dijo que no le iba a decir nada. Confío en él, sé que no sería capaz de contarle a nadie... le conté sobre que me gustabas y no te lo dijo, ni a ti, ni a ninguno de los chicos.

- ¿Zabdiel ya sabía?

-Sí, el debía saber, no podía guardar ese secreto para mí. Necesitaba decirle lo mucho que te amo, sólo eso.

-Está bien, solo espero que no diga nada -se volvió a acostar, Joel se sentó encima de su entrepierna-. B...bájate, por favor.

-Me gusta estar así, no le veo nada de malo -comenzó a besarle el cuello.

Ambos escucharon toques en la puerta y se levantaron de inmediato.

-Te dije que salieras -susurró el menor, poniéndose su ropa interior.

-No quería hacerlo, aseguraste la puerta, ¿verdad? -se vistió rápidamente.

-Obvio, Joel, quédate tú aquí. Si me preguntan por ti, les diré que no sé dónde estás, ¿está bien? -el mayor asintió y se escondió debajo de la cama.

Erick, apenas se cambió completamente, abrió la puerta y se encontró con tres de sus compañeros. Cantaron el cumpleaños al frente de él y todos lo abrazaron.

-No trajimos a Joel porque no lo encontramos en ningún lugar. ¿Sabes dónde está?

-No, la última vez que lo vi fue... cuando todos nos íbamos a dormir - mintió, su rostro estaba enrojecido y aún tenía un problema debajo de sus pantalones.

-Qué raro.

Zabdiel soltó una mirada de complicidad, él lo sabía todo: cuando se despertó para buscar un vaso de agua, vió a Joel entrar cuidadosamente a la habitación del menor, él ya sospechaba lo que iba a pasar.

Duraron ahí unos minutos más, le tiraron pastel al rostro de Erick, dejándolo completamente blanco, se sacaron algunas fotos y todos se fueron a sus respectivas habitaciones.

-Uf -suspiró-, Joel, ya puedes salir-Joel salió de la cama de Erick y al levantar su cabeza, se golpeó con la orilla de esta.

-Auch -se quejó y Erick rió-, en vez de reírte, podrías estar ayudándome a salir.

-No quiero, te ves muy gracioso en esa posición -logró salir y arrinconó a Erick en la pared.

-Veo que tienes un problema-sonrió al ver la erección y el menor se sonrojó.

-Ayúdame -pidió, Joel obedeció.

-Feliz cumpleaños, mi amor.